En Seguridad Pública cambiar la percepción es el reto: Arturo Bermúdez

XALAPA, Ver., 14 de marzo de 2016.- Para Arturo Bermúdez Zurita, su paso por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) le cambió la vida: “se lo dije al Gobernador cuando me ofreció, primero ser subsecretario y luego la titularidad, y mi predicción se cumplió”.

 

En su oficina del centro de la capital, “La Torre”, como se conoce al lugar, el Secretario de Seguridad Pública recibe al equipo de Telenews y Quadratín Veracruz para una entrevista exclusiva.

 

Sentado tras su escritorio, vestido de traje, accede de buen grado a responder a todas las preguntas, de repente se interrumpe para revisar los cientos de mensajes y reportes que recibe en su teléfono, desvía la vista para ver las pantallas en donde a través de cámaras de seguridad se vigila el movimiento de los principales cruces de calles del centro.

 

Frustración, coraje, rabia, pero también satisfacción y orgullo son los sentimientos que transmite cuando habla de su trabajo en la Secretaría de Seguridad Pública, con mucho la dependencia más compleja y exigente en cualquier estructura de gobierno.

 

Reservado y cauto en un inicio de la charla, con fama de no ser muy receptivo con los medios, Bermúdez Zurita va hilvanando y tejiendo en la entrevista lo que ha sido su trabajo y labor al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, dependencia en la participa desdeel gobierno de Fidel Herrera Beltrán, cuando estuvo a cargo del Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4) para de ahí incorporarse con Javier Duarte en la Subsecretaría y finalmente asumir la titularidad del área.

 

Bermúdez Zurita recuerda que cuando Javier Duarte lo invita a participar en su gobierno pensó que sería en una posición en el área de Finanzas por su experiencia y formación, “tengo una maestría en Finanzas Públicas y cuando me dice que su idea es incorporarme en Seguridad Pública, lo primero que pasó por mi mente fue: esto me va a cambiar la vida. Y así fue.”

 

A escasos meses de que concluya este gobierno, y con ello su responsabilidad en el área, se sincera: me apasiona el tema de la seguridad; me frustra cargar con la loza que es la mala percepción que tiene la sociedad de la policía porque hemos hecho enormes esfuerzos para cambiar a la corporación y lo hemos logrado. No hay punto de comparación en lo que hoy es la SSP a lo que era cuando inició este gobierno.

 

Hemos avanzado mucho pero el tema de la seguridad es infinito, es imposible resolverlo en su totalidad, pero me he empeñado a fondo en ello y he contado con todo el apoyo del Gobernador Javier Duarte y hay resultados.

 

No es la misma situación que hace cinco años y medio; la batalla por la seguridad no se acaba nunca, quien diga que tiene la varita mágica para resolverlo, miente.

 

Mucho esfuerzo, muchos recursos, generaciones de nuevos policías, exámenes de confianza y sin embargo se presentan hechos como los recientes de Tierra Blanca. Secretario, ¿qué sintió cuando supo y confirmó que policías estatales habían participado en la desaparición de esos jóvenes?

 

Indignación, coraje y frustración. Pero hay una cosa que no debiéramos perder de vista que esos malos policías tomaron una decisión personal, no como policías sino como individuos, porque igual que hay elementos nocivos también hay muchos que se la rifan todos los días, muchos que han muerto en el cumplimiento de su deber, muchos que sí tienen vocación y compromiso social.

 

En cuanto supimos de esos elementos, de inmediato actuamos. Nosotros los detuvimos y los pusimos a disposición de la autoridad.

 

Entiendo y comparto la indignación y el dolor de las familias, pero es importante decir también que todos los días, las 24 horas, estamos combatiendo el delito, es una batalla verdaderamente titánica y siempre te quedas atrás de lo que la sociedad, con justicia, demanda.

 

Por eso cuando el Gobernador me invita a esta área, supe que mi vida iba a cambiar, que aunque hiciera el mayor esfuerzo, sabía perfectamente que todo lo que hicieran los malos policías me lo cargarían, de los buenos nadie dice nada; pero todos los días, sin faltar uno, trato de cumplir a cabalidad con mi deber de velar por los veracruzanos.

 

La historia al frente de la SSP

 

Al inicio de la administración Javier Duarte de Ochoa la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública estaba en manos del general retirado Sergio López Esquer y Arturo Bermúdez fue nombrado Subsecretario A de la dependencia.

 

A los seis meses, el 29 de junio de 2011, integrantes de la delincuencia organizada atentan contra las escoltas del General López Esquer “al inicio de este gobierno vivimos una situación realmente compleja y peligrosa, ese hecho fue una pequeña muestra”. Cinco días después de ese acontecimiento, el secretario renuncia al cargo y Bermúdez Zurita es designado primero encargado de despacho, y tras una dispensa del Congreso del Estado por no ser nativo del estado, asume finalmente la titularidad del área.

 

Llegué a la SSP con una mala policía, de cada 10, ocho estaban reprobados. Teníamos una policía temerosa de actuar, sin respaldo de la institución, una policía que por miedo o por dinero se coludía con la delincuencia.

 

“Y quiero decirte que ha sido muy difícil”.

 

Recuerda una anécdota: Iniciando la administración, el Gobernador me llamó y me preguntó, ¿Con cuántos buenos policías contamos? y le dije: con los que trae usted, los que traigo yo y 50 más. Me dijo, te estoy hablando en serio: le estoy respondiendo en serio, le dije.

 

Un hecho que no olvidará jamás y que puso de manifiesto la vulnerabilidad y circunstancia en que se movía la Policía Estatal fue el día que atentaron contra escoltas del entonces secretario de Seguridad Pública; yo fui el primero que llegue al lugar de los hechos, y sólo llegó una patrulla, cuando los elementos me vieron salieron huyendo en vez de apoyar.

 

Otro hecho que revelaba el nivel de colusión o de miedo de los policías, fue una ocasiónde una persecución en Xalapa; yo iba al frente del operativo, y las patrullas de la entonces policía intermunicipal en lugar de apoyarme, transitaban en sentido contrario e incluso trataban de distraernos del objetivo.

 

Fue cuando se tomó la decisión de desaparecer esa corporación.

 

Cuando asumí la Secretaría, durante una reunión con secretarios de todo el país alguien me dijo que yo contaría con una policía “cacheteable”, no entendí por qué, ni le pregunté, luego entendí por qué lo decía, porque a los policías los cacheteaban Los Zetas, cuando no cumplían sus instrucciones o trataban de impedir la comisión de un delito; de ese nivel era la cooptación e influencia que tenía ese grupo delincuencial.

 

Hoy eso ya cambió, y lo puedo afirmar con total certidumbre.

 

Para lograrlo, me metí al fondo y me encontré con policías mal pagados, sin capacitación, sin equipamiento, sin prestaciones, se sentían rechazados por la sociedad; se metían “de polis” porque no había otra chamba.

 

La meta que me planteé fue tener una policía digna, preparada y bien pagada.

 

 

Lo más difícil es luchar contra la mala percepción de los policías, que no es un tema de Veracruz, es nacional.

 

La gente los califica de ineficientes, corruptos, aliados con el crimen, y hace generalizaciones; cierto que hay malos elementos, pero también hay muchos más que son honestos, que trabajan que arriesgan su vida, que sacrifican a sus familias por las largas jornadas de trabajo, que creen en la ley y la hacen respetar.

 

No nos cegamos, sabemos bien que tenemos malos elementos, por eso la depuración de los cuerpos policiacos es permanente. Se han dado de baja a cinco mil elementosy aquí quiero hacer una precisión, no necesariamente al policía que se da de baja es porque sea corrupto o esté vinculado a la delincuencia, muchos de los que se han depurado es porque no son aptos para trabajar en temas de seguridad, por edad, salud, cuestiones físicas, deficiente formación, por lo que debe dárseles de baja de acuerdo a los parámetros oficiales.

 

Hoy tenemos policías educados, que no detienen solo con la macana, no le dicen al ciudadano “jefe” ni “patrón”. El policía ha cambiado, se ve diferente, se siente diferente y es más profesional.

 

¿Pero cuándo apreciaremos ese cambio?

 

Ya se está viendo pero va a tardar mucho para que los ciudadanos vuelvan a creer en la policía.

 

Lo vamos a lograr en etapas, vamos en esa ruta, no es fácil ni se hace de la noche a la mañana; corresponderá al próximo gobierno continuarlo, y ojalá lo haga, porque es la única manera de avanzar en materia de seguridad.

 

Hay gente que le tiene miedo a los policías

 

No debemos generalizar. Hay muchos ciudadanos que sabe que la policía está cambiando.

 

Los veracruzanos nos merecemos una policía profesional, con principios y valores, sana física y mentalmente.

 

Trabajamos para tener una policía confiable y que se haga respetar.

 

¿Cómo enfrentó la lucha contra la delincuencia organizada, contra Los Zetas, por ejemplo?

 

Es muy difícil de explicar la parte operativa. Los Zetas, aquí en Xalapa y en Veracruz, pedían y cobraban cuotas por todo; tenían el control de toda la delincuencia, si no atacábamos de frente, el problema no iba a disminuir.

 

Las fuerzas federales han sido un apoyo fundamental para Veracruz.Hemos hecho lo que debíamos hacer sin miedo.

 

Como parte de las acciones, desaparecieron corporaciones intermunicipales como la Xalapa-Banderilla-Tlalnehuayocan, la de Veracruz-Boca del Río-Medellín, la que operaba en el Sur del Estado.

 

No puedo ni debo negar que aún existen policías que por miedo o por dinero colaboran o dejan actuar al crimen, cuando los detectamos los damos de baja de inmediato.

 

La transformación policial es en serio, “los nuevos policías, en su mayoría,están determinados a proteger a los veracruzanos”.

 

¿Combatir al crimen lo ha puesto en situación de riesgo, ha pensado en dejar el cargo?

 

La única vez que pensé eso fue cuando tuve el accidente en el helicóptero, en el que estuve a punto de morir. En ese momento valoré muchas cosas. Fue una sensación de vulnerabilidad, sientes que la vida es muy corta y te cuestionas en milésimas de segundo lo que has dejado de lado o dejado de hacer. Fue un momento muy difícil.

 

¿Es un hombre de fe?

 

Me parece que la fe es un asunto indispensable en una persona.No podemos ver esto sólo como parte del servicio público, mi familia también me necesita, tengo dos hijas a las cuales cuidar y ver crecer; todos los días salgo de casa con el deseo de regresar sano y salvo.

 

¿Su familia le ha hecho un reclamo por alguna situación derivada de sus funciones?

 

Reclamos no he tenido, mi familia me apoya, pero ha sido una situación incómoda para todos; todo mundo cree que es cómodo andar con seguridad pero es todo lo contrario, no tienes privacidad, y siempre está latente el temor de ser víctimas de la delincuencia organizada.

 

¿Le preocupa su futuro; qué hará el 1 de diciembre?

 

No estoy preocupado, no estoy pensando en el futuro, estoy pensando en el presente, estoy atento y concentrado en la situación que enfrento todos los días, mi trabajo lo hago por convicción y compromiso con el Gobernador quien me dio la confianza de estar en donde estoy y con la sociedad veracruzana que es a la que sirvo.

 

¿Está satisfecho con su trabajo?

 

En algunas cosas sí. Lo que más me frustra es que a pesar de las cosas que se han hecho, de tener una policía mucho más digna y efectiva, no hemos podido permear en el ánimo de la sociedad, pero a pesar de los malos momentos, de las críticas, yo estoy satisfecho de lo que la corporación hace todos los días, estoy orgulloso de la mayoría de mis policías.

 

Me molesta que por unos malos elementos se juzgue a toda una corporación; que pesen más los hechos negativos que el esfuerzo que hacen a diario miles de elementos, pero así es esto y lo importante es no perder de vista la responsabilidad que tenemos.

 

Y retomo el ejemplo de Tierra Blanca, no se habla de esos elementos que tienen nombre y apellido que están detenidos y sujetos a proceso, se habla de la policía en general, como si todos hubiesen falladoy ahí todos los esfuerzos se van a la borda, porque la percepción nos gana.

 

Pese a todos los momentos difíciles, las situaciones de inseguridad que aún prevalecen, hemos roto esquemas.

 

Hoy, grupos de SeguridadPública del Estado integrados por abogados, médicos, dentistas y psicólogosvan casa por casa, dan atención a la ciudadanía, apoyan en problemas jurídicos y al frente de estos grupos va un policía que conoce a la gente de la colonia, en quien la gente confía, hemos trabajado mucho con la policía de cercanía y nos ha dado buenos resultados.

 

Cada sábado van 300 niños de Xalapa a La Academia de Policía a aprender a nadar, 74 niños toman clases de equitación. Sus madres nos los confían.

 

¿Para Arturo Bermúdez lo más importante son sus policías?

 

Profesionalmente sí, porque son la base para cumplir con mi responsabilidad.Creo que la parte fundamental en la transformación de la corporación es cambiar desde el interior, que los policías sean considerados y sientan el respaldo que no tenían antes.

 

Hemos mejorado su comida, tienen uniformes y equipo, tienen mejores condiciones laborales; cuando alguno resulta lesionado, su atención médica es la mejor; cuando muere un policía en cumplimiento de su deber, atendemos a las familias, le rendimos honores.

 

No hay un solo policía al que no haya saludado de mano, a los más de siete mil policías los he visitado en su cuartel, sé qué carencias tieneny trato de atender sus peticiones.

 

Siempre les digo que lo más importante es que nos comprometamosy le cumplamos a la sociedad; debemos tener claro que transformar a la policía es un proceso de años. Con Javier Duarte iniciamos este proceso, esperemos que el próximo Gobernadorcontinúa y mejore lo que hemos hecho.

 

¿Cree que el tema de la Seguridad es más responsabilidad de la sociedad y menos del Gobierno?, no olvidemos aquella frase que fue muy cuestionada del candado y el perro

 

Bueno, nunca lo dije en el sentido de que la seguridad es responsabilidad del ciudadano y no de la autoridad, la expresión fue en el sentido de que tenemos que formar una cultura de seguridad ciudadana, establecer mecanismos de seguridad en nuestras casas, cuidarnos entre vecinos y vincularnos con la autoridad.

 

Por ejemplo, hemos impulsado en las escuelas pláticas sobre prevención del delito, queremos ahora trabajar con los niños en cultura vial.

 

Todos debemos participar en el tema de seguridad, es un tema de corresponsabilidad, de participación ciudadana.

 

Debemos desde el hogar inculcar valores a nuestros hijos, saber en qué compañías andan, muchas veces los padres ignoran que sus hijos delinquen y refiero un dato de apenas hace unos días: la semana antepasada tuvimos un enfrentamiento en donde agredieron a policías, eran tres los agresores, todos jóvenes, dos logran huir y capturamos al tercero, este muchacho portaba un AK 47 y tiene 13 años de edad.

 

La pregunta es natural ¿y sus padres, y su familia, sabían lo que hacía este adolescente? Es probable que no.

 

En el ámbito Federal, ¿le han reconocido su trabajo?

 

Yo no sé si me han reconocido, pero de los secretarios de Seguridad Pública de todo el país que fuimos a tomar el Diplomado en Mando Policial, quien recibió el reconocimiento del presidente Enrique Peña Nieto fui yo.

 

Siempre he sido el número uno en mi generación, mis calificaciones han sido de las mejores porque soy muy dedicado al hacer las cosas.

 

Aquí en México hay una asociación de unidades policiales de 27 países que ha entregado tres reconocimientos, uno para el actual secretario de Seguridad de la Ciudad de México, otro para el Almirante Manuel Mondragón y Kalb, que fue Comisionado Nacional de Seguridad, y el tercero fue para un servidor.

 

Hemos recibido mucho apoyo de la Federación, no está la Gendarmería pero está la Policía Naval, no podemos tener más soldados, pero tenemos una base militar más.

 

¿Ha tenidoofrecimientos de trabajo?

 

Ofertas de trabajo siempre he tenido.

 

He trabajado en la iniciativa privada, también en el Gobierno y te puedo decir que un puesto no me hace ni más importante ni más poderoso.

 

Mi única preocupación es terminar mi encargo y trabajar hasta el último día en mi meta de formar a buenos policías.

 

¿Estaría dispuesto a repetir en el cargo?

 

Pienso que esta institución es de los veracruzanos y la invitación que yo tengo es de un gobernador con un mandato de seis añosque concluye el 30 de noviembre.

 

Me gusta lo que hago pero sólo quedan nueve meses de trabajo.

 

Haber estado aquí en la Secretaría, me ha dado la oportunidad de conocer gente valiosa, de conocer realmente el problema de seguridad que vive México desde otro ángulo totalmente diferente al de un ciudadano, al de un político, al de un comunicador, al de un padre de familia.

 

El próximo secretario va a encontrar una secretaría ordenada, una dependencia mucho más completa, profesional y eficaz.

 

Quien llegue va a tener que recorrer un camino difícil, pero no tan complicado como el que nos tocó a nosotros.

 

¿Qué lo hace feliz?

 

Mi familia, la fe que tengo en Dios, la salud, mis amigos.

 

El próximo 1 de diciembre, me dedicaré a planear mi vida, para mis hijas, para mi esposa.

 

Voy a retomar mi vida.