MORELIA, Mich., 15 de enero de 2015.- En México al 93% de los niños sobredotados se les realiza un diagnóstico erróneo, lo cual origina una inapropiada orientación de sus habilidades intelectuales y/o físicas, por lo que es necesario hacer llegar más información a los padres de familia para que puedan detectar con oportunidad los talentos de sus hijos, afirmó la diputada federal Lucila Garfias Gutiérrez.

Según un comunicado de prensa, en entrevista, la legisladora de Nueva Alianza mencionó que de acuerdo con el Centro de Atención al Talento, los niños con capacidades múltiples son confundidos y diagnosticados con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, enfermedad de Asperger, o Autismo, generando una mala canalización que afecta en el aprendizaje de los menores.

Ante ello, la legisladora mexiquense insistió en la importancia de dar mayor difusión a los programas existentes para los niños con talentos especiales, a fin de explotar sus capacidades y habilidades intelectuales superiores a los niños promedio.

Garfias Gutiérrez señaló que se estima que en México hay un millón de menores con talentos especiales, es decir el 3% de la población infantil. Por lo que para evitar que se desperdicie su potencial, exhortó a generar procesos de diagnóstico que permitan darles acceso a programas que estimulen y desarrollen sus capacidades.

La también integrante de la Comisión de Derechos de la Niñez, destacó que la gran mayoría de los niños con talento son distraídos y se aburren en las clases, debido a que aprenden de manera acelerada por sus capacidades intelectuales, por lo que es necesario atender de manera urgente a este sector de la población y aprovechar su capacidad e interés en varias disciplinas, situación que a largo plazo dará mayor calidad al capital humano.

Además, dijo que es importante acercarlos a instituciones que cuenten con la tecnología y el personal especializado en su atención y desarrollo, como los que para este sector ha dispuesto el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF)

Finalmente, pidió a los padres de familia estar atentos a síntomas como el aprendizaje rápido, distracción, intervención del menor en pláticas de adultos y su comprensión, facilidad para armar objetos o estructuras, tendencia a querer imponer sus reglas, sensibilidad en el área emocional, baja tolerancia a la frustración, para que los canalicen y puedan tener un mejor desarrollo emocional, social y educativo.