Acogimiento Familiar: opción temporal para niños y adolescentes
MORELIA, Mich., 11 de abril de 2014.- ¿Cómo los encuentra el 40 Aniversario del Movimiento Antorchista?, me dijo un periodista hace unos días y, sin dudarlo un momento, le contesté: luchando. No es frase de campaña electoral ni tratamiento para recobrar el buen ánimo para un deprimido, es estrictamente cierto. Hace 40 años, prometimos que habríamos de dedicar nuestras vidas a luchar contra la pobreza, contra los abusos y las injusticias y hemos cumplido escrupulosamente, los resultados nos llenan de orgullo y son extremadamente alentadores, no cometimos ningún error al escoger esa noble tarea para nuestras vidas y, por lo tanto, seguimos empecinados y absolutamente decididos a continuar hasta el fin, hasta acabar definitivamente con la pobreza. No tenemos pensado jubilarnos nunca.
Solicitando, demandando, reclamando y exigiendo cuando llega a ser imprescindible, siempre dentro de los márgenes que permite la ley, hemos logrado ir acumulando –sólo hablando de Michoacán- miles de demandas solucionadas que le han cambiado la vida a cerca de un millón y medio de michoacanos de los más pobres y desamparados, de esos a los que nunca, nadie se ocupaba ni se ocupa de ellos, de esos a los que sólo se les visita para ir a engañarlos en tiempos de elecciones y arrancarles su voto sin regresar siquiera a darles las gracias. La prueba más contundente de ese éxito irreversible, son los miles, ahora ya centenares de miles que se reúnen a todo lo largo del país para darle presencia y fuerza a la que consideran, sin que les quepa ninguna duda, su organización, su arma legal para hacerse escuchar y obtener respuestas favorables.
Según un comunicado, el camino que propone Antorcha, es decir, la lucha por la solución de los problemas más urgentes y sentidos de la población más necesitada, se complementa necesariamente con la apremiante necesidad de un cambio en la forma de gobernar. La democracia mexicana, con su monopolio de las oportunidades de acceder al poder que ejercen los partidos registrados, la partidocracia, ha producido una capa de políticos (de todos colores) que, como colectivo, no pierden el poder y, en lo individual, brincan fácilmente de una opción a otra y tampoco pierden el poder político que detentan. La llamada clase política se ha vuelto una costra inamovible y, en consecuencia, se ha vuelto más autoritaria y más corrupta y existe en medio de un gravísimo desprestigio que cada vez es más difícil de revertir mediante las costosas campañas publicitarias (con dinero del pueblo). Con los altísimos salarios, las abundantes prestaciones, las extorsiones por todo tipo de permisos y trámites, los cobros a las constructoras, los robos directos al presupuesto y su guerra permanente contra el pueblo organizado, la llamada clase política mexicana se ha convertido en un obstáculo para el progreso nacional.
Antorcha es enemigo de la pobreza, no de la riqueza. El sistema de la propiedad privada de los medios de producción, el llamado sistema capitalista de producción, no ha agotado todas sus posibilidades, tiene cuerda todavía, no sé si mucha o poca, pero eso importa poco, la realidad palpable es que existen ya varios países que pueden exhibir ante el mundo que un cambio de modelo económico, una modificación a los dogmas económicos en boga, particularmente a todo lo que se refiere al fundamentalismo del mercado que dice practicar Estados Unidos, arroja, pronto, muy buenos resultados. ¿Ha oído usted hablar de los BRICS? Son iniciales que confunden a los no especialistas, pero se refieren a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, BRICS, por las letras iniciales. Esos países se han apartado del fundamentalismo de mercado y, sin destruir la propiedad privada, pero otorgando mayor intervención al Estado en el manejo de los eslabones fundamentales de la economía, han conseguido mayor crecimiento económico y, lo que es más importante, un mejor nivel de vida para su población.
Empecinarnos en el mismo modelo económico, en el que imponen el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y seguir sosteniendo a una clase política represora, corrupta y cara y, por tanto, cada vez más aborrecida por la población, sólo logrará aumentar la indignación social, la pobreza y el hambre y ningún programa asistencial podrá detener el surgimiento de más inconformes y más pobres por todas partes y la consecuente “destrucción del tejido social”, como ha dado en llamarse ahora, en la era de los eufemismos que quieren ocultar la realidad, a la total destrucción física, intelectual y moral del ser humano. No habrá guerra de balas ni de cárcel que acabe con la delincuencia si, paralelamente y con una velocidad, mucho mayor, se están creando hombres y mujeres cada vez más ofendidos e irritados que no tienen ya nada que perder.
En resumidas cuentas, el camino que propone Antorcha es la lucha (o la gestión, como usted la quiera ver), para resolver las demandas más urgentes de la población, un cambio drástico en la forma de gobernar y un cambio en el modelo económico, aspectos de un mismo problema que se apoyan y complementan necesariamente. Y así, luchando de esa manera nos encuentra el XL Aniversario de la existencia del Movimiento Antorchista Nacional. El sábado en la noche, a las 20 hs., en el Teatro Morelos del Centro de Convenciones, entregaremos un “Regalo para Michoacán”, un programa artístico con los extraordinarios grupos de poesía, de canto y baile que promueve y alienta el Movimiento Antorchista, la única organización política que considera (y actúa en consecuencia) que la educación estética del hombre lo hará un hombre nuevo. Al día siguiente, el domingo 13, a partir de las 11 hs., nos concentraremos en el estadio “Francisco Villa” (allá por el “Venustiano Carranza”), en número de 25 mil y demostraremos nuestra más firme decisión de seguir luchando contra la pobreza con todo lo que ello implica. Si usted, amable lector, se tomó la molestia de seguir estas líneas hasta el final, vaya a esos eventos, lo invitamos de todo corazón pero, sobre todo, si es de los que se sienten oprimidos e injustamente tratados, si forma parte del pueblo trabajador en cualquiera de sus modalidades, venga, intégrese a un grupo antorchista fraterno y batallador. Aquí se está cambiando el destino de México.