En riesgo el trabajo con cantera; altos costos y de materiales, afectan
MORELIA, Mich., 19 de junio del 2012.- Considerado uno de los artistas mejor preparados en el mundo de la música clásica en el país, y con más de 20 años de estadía en Europa, el director de orquesta mexicano Antonio Lopezríos será el director invitado al concierto especial que la Orquesta Sinfónica de Michoacán (Osidem) ofrecerá el próximo viernes 22 de junio, en el Teatro Ocampo, como parte del proceso de selección para designar a la nueva batuta de la agrupación. De acuerdo con un boletín de prensa, en entrevista celebrada tras el segundo ensayo de Lopezríos con la orquesta michoacana, el director indicó que a muy temprana edad llegó a residir a Morelia, ya que su padre, uno de los integrante del grupo “Los Violines de Villafontana” se desempeñó también como profesor en el Conservatorio de las Rosas, por lo que ha mantenido una relación muy cercana con la capital michoacana y de más de 20 años con la OSIDEM la cual ha dirigido en dos ocasiones anteriores, la última de ellas, hace 7 años. Pese a estar consciente de que actualmente hay ciertos obstáculos a vencer, Lopezríos se manifestó contento, pues la Orquesta posee mucho mejor sonido del que recordaba, lo que indica que la agrupación ha trabajado. Al referirse a la importancia de la Orquesta Sinfónica de Michoacán, el director invitado expresó que así como es importante que una ciudad tome conciencia no sólo de la historia y de los monumentos arquitectónicos que tiene, los cuales se han construido a través de siglos, también es importante que la agrupación sea apoyada al ser un instrumento viviente, por lo que también necesita un mantenimiento no sólo a nivel técnico sino “del alma”, esto en relación a que se trabaja con seres humanos, lo que conllevará a su fortalecimiento. En cuanto a las fortalezas y debilidades de la agrupación musical representativa de Michoacán, Lopezríos indicó que tiene un gran potencial y que con sensibilidad está presta y emite otro sonido por lo cual, aseguró, trabaja muy a gusto con ella y se ha establecido un intercambio con sus integrantes. Habló también sobre la importancia de promover a la OSIDEM entre la población juvenil e incluso formar su propio festival, al tiempo de contar con un ente jurídico que le permita contar con fondo de la iniciativa privada, en un estado como Michoacán en que la promoción turística debe caminar de la mano de la cultural. Expresó que la Sinfónica de Michoacán también se encuentra preparada para presentar cualquier ópera y música de Cámara, aunque señaló como necesario reforzar la sección de cuerdas, de ahí la necesidad de hacer concursos e invitar a músicos de calidad, en aras de que conserve su nivel y retomar su fuerza para que vaya in crescendo. Tras calificarse como un amante de la estética, consideró que la orquesta es tan sensible que con el uso de ciertas ideas y metáforas cambia su polaridad y se vuelve un instrumento de otra especie, por lo que refrendó su satisfacción ante la oportunidad de tocar con la agrupación e interpretar las obras tal como fueron concebidas por sus compositores, dejando de lado los problemas personales al momento de hacer música para reproducir la obra tal como la concibió el compositor. Al tener como solista invitado al pianista Héctor Infanzón, la agrupación orquestal representativa de la entidad ofrecerá un programa compuesto por la Obertura de “La Flauta Mágica” de Wolfgang Amadeus Mozart, el Concierto para Piano “Rincón Brujo” del propio Héctor Infanzón, y la Sinfonía No. 7 de Ludwig van Beethoven. Al respecto, Antonio Lopezríos explicó que Infanzón es uno de los mejores jazzistas de México y que cuenta con una gran trayectoria, por lo que ha sido un privilegio para él haberlo invitado, habida cuenta la amistad que ambos han mantenido. Abundó que Infanzón estrenó recientemente una obra en Viena, en el Musikverein, una de las principales salas de Europa en donde Beethoven y Brahms entrenaban sus obras. Es así que la obra del jazzista, a ritmo de huapango, se sumará en este programa musical a las obras de repertorio clásico, que permitirán comprobar la manera como suena la orquesta a nivel técnico, y apreciar la forma como el director trabaja esta clase de música para lograr un sonido más profundo, más allá de las notas, indicó. Lopezríos desarrolló su formación en varios de los países con más tradición musical del viejo continente como son Holanda, Inglaterra, Austria, Alemania e Italia. Su cercanía con la Filarmónica de Berlín y la colaboración con artistas de la talla de Ursula Holliger, Jean Louis Steuermann, Plácido Domingo, Daniele Damiano, Natalia Gutman, Rodolfo Mederos, Jorge Federico Osorio y muchos más lo colocan como uno de los directores de orquesta mexicanos con trayectoria internacionalmente reconocida. Como parte de su formación académica. Antonio Lopezríos cursó estudios de Dirección Orquestal y Composición en Escuela Superior de Música de la Universidad de Viena, Austria, de 1985 a 1989; la Maestría en Dirección coral y Percusión en el Conservatorio Real de La Haya, Holanda, de 1979 a 1983, y Piano, Órgano, Percusión y Dirección Coral, en el Conservatorio Nacional de Música en México, Distrito Federal, de 1973 a 1979. Aunado a lo anterior, Antonio Lopezríos habla italiano, holandés, inglés, francés, alemán y español. Como director huésped ha dirigido, entre otras, las siguientes orquestas: La Orquesta Sinfónica de Michoacán, Orquesta Sinfónica de Berlín, Filarmónica de la Radio de Hilversum, Holanda; Filarmónica de Frankfurt a/Oder; Orquesta de Cámara de Prusia, Alemania; Leopoldinum Wrozlaw, Polonia; Orquesta de Cámara de Berlín; Sinfónica de Málaga, España; Ensemble Chromas, de Trieste, Italia; Sinfónica Nacional de Sudáfrica, Johannesburgo; Sinfónica Kwa Zulu Natal de Durban, Sudáfrica; Sinfónica Nacional de República Dominicana; Sinfónica Nacional del Ecuador; Sinfónica Nacional de Nicaragua; Sinfónica Nacional de México; Filarmónica de la Ciudad de México; Sinfónica de Guanajuato. Antonio Lopezríos cuenta con estudios de Música Barroca con Nikolaus Harnoncourt, en el Mozarteum de Salzburgo; fue asistente de Claudio Abbado con la Filarmónica de Berlín en 1995, finalista en los Cursos Internacionales de Perfeccionamiento de Hilversum, Holanda, el de la Academia Chigiana de Siena, Italia, y el Dirigentenwerkstatt de Berlín. Como compositor, ha creado obras para instrumentos solistas, así como coro y orquesta sinfónica, mismas que se han ejecutado en México, Holanda, Italia, Alemania y Austria en foros de música contemporánea, así como en las temporadas regulares de las orquestas. Su nombre figura en el diccionario de compositores mexicanos. Entre las distinciones que ha recibido destaca la Medalla Mozart otorgada por la Embajada de Austria en México, el Premio Nikolai otrogado al mejor estudiante de la generación en el Conservatorio Real de la Haya, Holanda, el Premio a las Artes de la UANL y el Premio Nacional de la Juventud, México. Ha sido catedrático del Conservatorio Nacional de Música en México, maestro de apreciación musical de grupos diplomáticos en Viena, y el estreno mundial de su obra “Tetraktys”, en Berlín, está documentado en el Instituto de Sonología de Berlín. Grabó un Mini disco compacto con música de Johann Sebastian Bach, sus hijos Carl Philipp Emanuel y Johann Friedemann, asi como Quantz y Federico el Grande con el solista Karlheinz Zöller, primer flautista de la Filarmónica de Berlín grabado en la Filarmónica de Berlín. Su obra, especialmente escrita por la celebración de los 50 años de Electra, se estrenó junto con la escultura de Sebastián que se encuentra en el corporativo de dicha empresa. Ha sido miembro del jurado de los concursos internacionales italianos Bellini en 1999 y Sehizzi en 2000.