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MORELIA, Mich., 19 de diciembre de 2013.- Artistas por naturaleza, creadores de piezas que destacan por su belleza, expresividad, perfección técnica y originalidad, los mayas vuelven a ser el centro de atracción a través de una exposición compuesta por 479 obras, varias de ellas inéditas, representativas de toda el área en que se desarrolló esta cultura y que abarcan desde el periodo Preclásico Temprano o Formativo (2500 a.C.) hasta la actualidad.
De acuerdo con un comunicado de prensa, en esta magna exposición, una de las más grandes de la cultura Maya, participaron talentos michoacanos en el desarrollo de cuatro aplicaciones interactivas para sala, el catálogo digital y la App de la expo para teléfonos a través de Manuvo.
En el recorrido por la muestra, acompañaron al presidente Enrique Peña Nieto, Teresa Franco, directora general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); José Enrique Ortiz Lanz, coordinador nacional de Museos y Exposiciones de la institución, y la curadora Mercedes de la Garza Camino.
La exposición, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en colaboración con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y Palacio Nacional, se exhibirá de diciembre de 2013 a abril de 2014 en la Galería de Palacio Nacional, y se compone de urnas, incensarios, cerámica, estelas, dinteles, máscaras funerarias de jade y dos entierros con sus ofrendas, además de una cruz atrial, huipiles y otros objetos que aluden a las épocas colonial y contemporánea.
Mercedes de la Garza explicó que son obras de calidad excepcional que reflejan la capacidad creadora, la sensibilidad estética y la perfección lograda por los mayas. “Todas sus creaciones tuvieron finalidades religiosas, políticas o sociales; eran piezas encargadas por los gobernantes, sobre todo de carácter ritual para ser colocadas en los entierros a manera de ofrenda. Cada personaje muerto debía llevar consigo varias vasijas, una para cubrir su cabeza, y otras con alimento para acompañar su camino al inframundo”.
Las piezas están ordenadas temáticamente con el fin de mostrar —además de su valor estético— las formas de vida, la organización sociopolítica, la conciencia histórica, la religiosidad y la cosmovisión de los mayas.
La exhibición comienza con una sección introductora en la que a través de videos se aborda la diversidad cultural de los grupos mayas. En esta misma área una pieza espectacular recibe al público: el Tablero del Trono del Templo XXI de Palenque, “el cual es una de las expresiones plásticas más excelsas del arte maya”.
En la primera sección, El hombre frente a la naturaleza, se plantea la relación de los mayas y del mundo indígena prehispánico en general con los animales y las plantas, muchas de carácter sagrado y con cualidades psicoativas que fueron esenciales en los ritos chamánicos. Se exhiben múltiples representaciones plásticas de flora y fauna de los periodos Preclásico (2500 a.C.) y Clásico (250-900 d.C.).
Le sigue el tema Comunidad y vida cotidiana, que muestra a la sociedad maya en sus diversos aspectos, con énfasis en las ofrendas, indumentaria, ornamentos corporales y costumbres alimenticias.
En el módulo El corazón de las ciudades se reúnen elementos arquitectónicos, escultóricos y pictóricos de áreas ceremoniales de algunas de las grandes urbes mayas, “entre ellas la arquitectura de la ciudad de Chincultik, en Chiapas, por la belleza de sus dinteles”, refirió De la Garza.
En el apartado El hombre frente al tiempo y los astros se exhiben inscripciones de tipo astronómico y calendárico en piedra y estuco, con sus lecturas epigráficas. Asimismo, se integran vasijas y otros objetos con representaciones cosmológicas.
En Las fuerzas sagradas se explican las ideas religiosas y la sacralidad de la vida expresada en figurillas características de deidades femeninas, así como en dioses representados en cerámica, esculturas, urnas, incensarios, etc.
A estos apartados le siguen las dedicadas a los mayas coloniales y contemporáneos, con piezas del periodo virreinal; se proyecta además el video de un libro que escribieron los mayas pero ya con escritura latina, así como una cruz atrial que representa su integración al cristianismo.
En la parte dedicada a los mayas actuales, se exhiben huipiles, tambores y otros objetos de su vida cotidiana, además de un cuadro de la pintora Leonora Carrington, quien luego de visitar algunas comunidades mayas de Chiapas, quedó fascinada y decidió pintar una obra que reflejara todo lo que había captado de esta etnia.
La colección exhibe obras del Museo Nacional de Antropología y de museos de la región maya de México, así como de los museos Nacional de Arqueología y Etnología, Popol Vuh y Miraflores, de Guatemala.
Mayas. Revelación de un tiempo sin fin se puede visitar de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas. Entrada libre.