Reconocen al IFT con premio en foro de la Cumbre Mundial
MORELIA, Mich., 12 de diciembre de 2014.- El Instituto Nacional de Geriatría (Inger) cerró sus puertas el fin de semana debido a que el inmueble que ocupaba en San Jerónimo fue recuperado por el DIF nacional tras suspender, por anticipado, un contrato de comodato que en 2012 cedió por 15 años las instalaciones al Instituto, informa en su portal el periódico Reforma.
Con dicha cancelación, varios proyectos de investigación y el funcionamiento de instalaciones avanzadas que atendían a adultos mayores quedaron en suspenso.
La atención a decenas de ancianos a través de proyectos como “Factores de Riesgo para Caídas”, financiado por Inmujeres con más de 2 millones de pesos, y “Complejidad y Series de Tiempo”, apoyado con recursos del Conacyt, quedaron en pausa.
En los últimos cuatro meses, ya no se aplicaron más de 140 millones de pesos en obras previstas, presupuesto que se devolvió a la Secretaría de Salud, según documentos en poder de Reforma.
“Se desalojará la sede actual del Instituto y, por lo tanto, no se ejecutará la obra en el presente ejercicio”, se explica en un documento dirigido a la dependencia.
El predio en donde estaba instalado el Inger tiene una superficie de 4 hectáreas.
En dichas instalaciones estaban en desarrollo una casa de día para adultos mayores, un laboratorio único en el País para la prevención de caídas y zonas de rehabilitación para atender a 910 adultos mayores al día, obras concebidas en 2011.
Para 2050 se prevé, según datos oficiales, que 21.5 por ciento de la población mexicana sea mayor de 60 años. El Inger elaboraba estudios sobre los efectos de este cambio poblacional.
El personal de Geriatría comenzó a instalarse, de manera improvisada, en el Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), en un espacio 40 veces menor que el edificio de San Jerónimo, y en donde no atenderán a adultos mayores.
Mercedes Juan López, Secretaria de Salud, informó las razones del cambio.
“En el lugar se desarrollarán proyectos para desarrollo de jóvenes que egresan de centros asistenciales. Es un proyecto del DIF nacional y de la Primera Dama. Es lo que sabemos”, dijo la funcionaria.
“El DIF se debería de acordar que su misión no es sólo la de proteger a los niños, sino a la población vulnerable como los adultos mayores, pero a pesar del grave problema que se nos avecina con el envejecimiento, las autoridades aún no lo toman en serio”, planteó por separado un investigador.