Afectará sequía la preservación de murciélagos en Michoacán
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de febrero de 2016.- El mercurio -un elemento que se encuentra de manera natural en el aire, agua y suelos- se presenta en diferentes formas elemental o metálico e inorgánico al que se puede estar expuesto en ciertos trabajos u orgánico o metilmercurio, que ingresa al cuerpo por vía alimentaria, causando daños a la salud.
Como parte de nuestra dieta diaria, los nutriólogos aconsejan ingerir, al menos dos veces por semana, pescados o mariscos, según se informa a través de un comunicado de prensa.
Sin embargo, los especialistas del sector salud alertan sobre la importancia de tomar en cuenta que algunos pescados y mariscos acumulan una mayor cantidad de metilmercurio dependiendo de la forma en la que se alimentan.
Los peces grandes tienen niveles más altos de metilmercurio por la mayor duración de la exposición como el pez espada, tiburón y caballa, mientras que las especies más bajos en metilmercurio camarones, atún enlatado claro o salmón, son los que debemos consumir.
Y es que hoy día se sabe que la exposición al metilmercurio durante la etapa fetal, puede causar una alteración en el desarrollo neurológico, pensamiento cognitivo, la memoria, la capacidad de concentración, lenguaje, aptitudes motoras y espacio visuales de niños y niñas.
El mercurio se genera naturalmente en el medio ambiente o por la contaminación emitida por la industria; el mercurio cae del aire y se acumula en corrientes fluviales y océanos, generando el metilmercurio.