Llama Sader a productores a evitar quemas en sus terrenos
MORELIA, Mich., 1 de mayo de 2013.- El consenso estadounidense acerca de la visita a México del presidente Obama indica que le servirá a su contraparte mexicana, Enrique Peña Nieto, para sacar adelante las reformas con las que pretende estimular el comercio y beneficiar a las empresas estadounidenses, señala un amplio artículo que publica en su portal el diario británico Financial Times.Específicamente, le permitirá a los estadounidenses profundizar sus lazos energéticos y comerciales, al mismo tiempo de que le permitirá a la administración mexicana minimizar las cuestiones de violencia, tráfico de drogas y violaciones a los derechos humanos que han dominado la agenda bilateral en los últimos años.“A veces pienso que con frecuencia nos olvidamos de que es un poderoso socio comercial por pasar tanto tiempo tratando asuntos de seguridad entre nuestros países”, dijo este martes el presidente Obama al referirse a su inminente viaje a México.”Mi impresión es que el nuevo presidente se toma muy en serio las reformas porque ya ha tenido que tomar algunas decisiones difíciles que sin duda mejorarán nuestras relaciones bilaterales”, confió el mandatario estadounidense, reporta el diario.La visita de Obama a México es una muy importante señal de apoyo a las reformas que promueve Enrique Peña Nieto y un reconocimiento no menos importante de la importancia de México para los Estados Unidos, dijo a Financial Times Duncan Wood, director del influyente Wilson Center´s Mexico Institute con sede en Washington.Y es que los funcionarios estadounidenses tienen grandes expectativas de que la visita de Obama genere apoyo adicional para la reforma energética en virtud de que ello podría incrementar la participación de los Estados Unidos en ese sector tan sensible en México.Para el diario británico, desde que Peña Nieto asumió el poder en México ha trabajado duro para posicionar al país como un nuevo polo de desarrollo, una plataforma exportadora y una confiable fuente regional de energía gracias a sus abundantes, pero inexploradas reservas de hidrocarburos.Los asuntos de seguridad seguirán siendo un componente importante de la agenda bilateral, pero Peña Nieto y su gabinete han apostado porque no tendrá la más alta prioridad en la agenda del próximo jueves, aseguró a The Financial Times Andrés Rosenthal.. Él ya ha hecho algunas decisiones difíciles. . . que mejorará la relación bilateral, así. “Funcionarios estadounidenses dicen que son optimistas acerca de las reformas en la industria petrolera mexicana, lo que podría conducir a una mayor participación de EE.UU. en el sector.”La visita de Obama es una señal importante de apoyo”, dice Duncan Wood, director del Instituto de México del Wilson Center en Washington. “Y es el reconocimiento de la importancia de México a los EE.UU.”.El viaje de Obama a la Ciudad de México – antes de viajar a Costa Rica para cumplir con los presidentes centroamericanos el viernes – se produce en un momento crítico para los 46 años de edad, líder mexicano, quien asumió el cargo hace cinco meses.La visita se da peso a su gobierno ya su Partido Revolucionario Institucional (PRI), al igual que él está tratando de sacar adelante la reforma económica más ambiciosa agenda de México ha visto en 25 años, incluyendo la reorganización de dos áreas ineficientes pero altamente politizado de la economía – el sistema fiscal y el sector energético.A más largo plazo, sin embargo, el viaje de Obama es una oportunidad para la refundición de la relación bilateral. Durante los últimos seis años, el tema dominante ha sido creciente problema de la inseguridad de México. La expansión de los poderosos cárteles de drogas al sur del Río Grande, y la agresión militar dirigida por la administración anterior a talarlos, se ha producido al menos 70.000 asesinatos desde el inicio de 2007.Felipe Calderón, el predecesor del señor Peña Nieto, colocó la guerra contra las drogas en la parte superior de la agenda de su gobierno – y en la parte superior de sus demandas de los EE.UU.. Cuando habló ante una sesión conjunta del Congreso en mayo de 2010, pidió a los legisladores para restablecer la prohibición de armas de asalto para ayudar a que dejen que fluye hacia México. Muchos republicanos, en particular, sintió que su petición era inapropiada.Desde que asumió el cargo en diciembre, el señor Peña Nieto ha trabajado duro para deshacer la asociación internacional de su país con el tráfico de drogas. En su lugar, se ha tratado de promover el crecimiento de México recién descubierta, el aumento de valor como una plataforma de exportación y, gracias a sus reservas de petróleo y gas abundante, pero sin explotar, potencial como fuente regional de la energía.”La seguridad seguirá siendo un componente importante de la relación bilateral, pero Peña Nieto y su gabinete ya han planteado que no va a ser el único o incluso el tema de mayor prioridad para la discusión de esta semana”, dice Andrés Rozental, un ex diputado ministro de Relaciones Exteriores de México.Además de analizar la seguridad fronteriza, se espera que los dos presidentes para discutir cómo los dos países pueden colaborar a nivel internacional sobre el comercio, incluida la participación de México en las negociaciones que rodean el Acuerdo de Asociación Transpacífico de 12 miembros.Algunos expertos en comercio sugieren incluso que México debe tratar de conseguir en las próximas negociaciones comerciales entre los EE.UU. y la Unión Europea con la idea de convertir las conversaciones en una negociación TLC-EU.Luis de la Calle, ex funcionario comercial mexicano que ayudó a negociar el TLCAN, admite que sería difícil de lograr. Pero él también cree que la segunda economía más grande de América Latina tendría mucho que ganar tratando. “México debe hacer para entrar”, dice. “Si no lo hacemos, entonces debemos insistir Nafta socios adoptar cualesquiera nuevas disciplinas más altas provienen de ese acuerdo. Si eso no funciona, México debe adoptar unilateralmente “.Carl Meachem, director del programa de las Américas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington, dice que podría ser posible que México sea incluido como observador en las negociaciones comerciales de Estados Unidos y la UE. “Sería de gran ayuda no sólo para los EE.UU. para ser capaz de negociar en bloque”, dijo, “sino que también catapultar México en el escenario mundial de una manera diferente.”