MORELIA, Mich., 8 de junio de 2016.- El 40 por ciento de la superficie afectada por incendios forestales la pasada temporada de estiaje corresponde a bosques, señaló Ricardo Luna García, titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático (Semarnacc).
Las cifras indican que de las 17 mil hectáreas afectadas por siniestros relacionados con el fuego, seis mil 800 hectáreas corresponden a zonas boscosas, por lo que los daños generados por la pérdida de la cobertura vegetal tuvieron una incidencia directa en la captación de agua y oxígeno, así como generación de suelos y regulación del clima.
Debido a que hasta el 70 por ciento de los eventos registrados en este año fueron incendios intencionales, donde el 37 por ciento del total de siniestros obedeció a actividades agropecuarias, se ha implementado la veda para el cambio de uso de suelo de los predios forestales afectados por el fuego.
En este sentido, Luna García destacó que se realizará en el curso de esta semana una reunión con la Comisión de Medio Ambiente del Congreso local para buscar líneas de trabajo conjunto que permitan abatir la destrucción de zonas boscosas para forzar el establecimiento de huertos agrícolas, principalmente de aguacate, así como sitios para la cría de ganado.
Agregó que se emitirá un nuevo decreto de protección de bosques y selvas en la entidad, el cual se prevé dar a conocer en sus detalles el próximo 17 de junio, en coincidencia con la visita de Rafael Pacchiano, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), al estado.
Asimismo, se dará inicio a la temporada de reforestación, para reparar en la medida de lo posible los daños ocasionados por los incendios forestales y la tala clandestina, ya que la intención de la autoridad local es preservar y regenerar los bosques.
Entre los mecanismos para prevenir la afectación de zonas forestales en Michoacán, Ricardo Luna mencionó se ha contado con el apoyo de municipios y comunidades, quienes alertan ante los intentos de invasión de los espacios protegidos, como el Cerro de la Cruz, en Uruapan, y Cumburinda, en Tingambato.