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NURÍO, Mich., 18 de junio de 2016.- Volver a los usos y costumbres,
recuperar la organización comunal y pensar en colectivo ha permitido
mantener alejado al crimen organizado, preservar los bosques, proteger
la tierra y cuidar el agua en esta tenencia del municipio de Paracho.
Vestigios del alzamiento zapatista, referente para el pueblo purépecha
porque aquí empezó todo… A principios de este siglo, luego de la
visita del sub comandante Marcos, fue que se empezaron a retomar los
usos y costumbres, señalaron el jefe de tenencia, Nicolás Rodríguez y
el representante suplente del Consejo Comunal, Jesús Álvarez Chávez.
“Algo quedó y nos comenzamos a organizar, incluso antes que Cherán y
hasta ellos han venido a tomar ejemplo de la forma en que trabaja
el Consejo Comunal que es el que guía a la comunidad, inclusive
nosotros les informamos de las acciones que realizamos y es el Consejo
el que decide por dónde caminamos”, indicó Nicolás Rodríguez.
Explicaron que ellos no tienen problema alguno con los presidentes
municipales porque son respetuosos de sus decisiones y, por ejemplo,
el presupuesto se aplica en lo que la comunidad decide y les han
permitido tener su propia seguridad, ciudadanos conocidos que tienen
la confianza de todos.
Esto les ha permitido avanzar en cuanto a servicios básicos, lo único
que no tienen es drenaje, pero es porque su introducción representa un
desafío ya que el único declive que tienen da hacia una extensión que
le llaman el plan, donde están las tierras de cultivo y el pozo de
agua que abastece a la comunidad. Por esa razón se tuvo que suspender
la obra y optar por fosas sépticas.
La educación, es el ramo en el que más han avanzado, cuenta con
preescolar, primaria, secundaria y Colegio de Bachilleres y se está
gestionando la instalación de alguna institución de educación superior
ya que es difícil que los jóvenes puedan irse a estudiar a Uruapan o
Morelia.
La salud si tiene algunas deficiencias porque aun cuando se amplió la
clínica sólo hay un médico y hace falta, al menos, uno más así como
abasto de medicamentos aunque como cuentan con una ambulancia cuando
se requiere trasladan a los enfermos a la cabecera municipal, a
Uruapan o Morelia.
Problemas sí hay y la mayoría derivan de la falta de empleo que obliga
a los hombres a emigrar a Estados Unidos donde muchos se han quedado,
muertos o con otra mujer y aquí sus familias se quedan en el abandono.
El director de la policía, Casimiro Díaz Alejo dijo que el principal
problema que tienen es el alcoholismo entre los jóvenes, porque se
quedan al cuidado de los abuelos o de los tíos y unos son
consentidores y los otros no tienen la autoridad para llamarlos al
orden.
Otra consecuencia que se está convirtiendo en un problema social son
los matrimonios y embarazos entre adolescentes que, por lo general no
se entienden y fracasan y las mujeres se quedan solas y con hijos,
indicó el juez menor, Arturo Cano.
Es por eso que tanto autoridades comunales como municipales coinciden
en que lo que necesitan son fuentes de empleo para que los hombres no
tengan que emigrar; su propuesta es la instalación de viveros pero
hasta ahora o han encontrado eco entre las autoridades del sector
agropecuario.
Otra opción es el turismo, pero a pesar de que forman parte de la Ruta
Don Vasco, no reciben ayuda de las autoridades del sector y aunque
llega turismo europeo, especialmente español, atraídos por el templo
del Santísimo Santiago, la derrama económica no es significativa
porque carecen de la infraestructura para ofrecer servicios de
hospedaje y alimentación.
A pesar de la migración la comunidad retomó sus usos y costumbres, la
mayoría de sus ocho mil habitantes hablan la lengua purépecha y por
tanto Nurío es reconocido como pueblo originario lo cual permite a sus
pobladores acceder a los programas sociales del gobierno federal, lo
que amaina la pobreza que genera la falta de oportunidades.