Se enfrentarán diversos retos en el torneo de surf de La Ticla

MORELIA, Mich., 31 de marzo de 2023.- Unas inmensas olas que a veces miran a la izquierda o a la derecha, un mar en ocasiones traicionero, erizos de mar listos para lastimar, tiburones en las cercanías y una playa que más que arena tiene piedras, es el reto que representa para los surfistas participar en el torneo de surf de La Ticla, algo que paradójicamente hace un destino atractivo para los amantes de la adrenalina.
Y es que lo señalaba David Ramos, quien acudió a la Sectur Michoacán a promocionar el torneo de surf de La Ticla en calidad de tesorero del comité organizador, él como surfista sabe de los riesgos que tiene la playa de esa comunidad, los cuales son muchos. Las corrientes son tan fuertes, dice, que pueden golpear un brazo y lo de menos es dislocarlo, ha habido casos en que lo han roto o incluso lo han cercenado.
Otro riesgo es que, en donde por lo general hay arena en las playas, ahí hay piedras, y si no se mide el riesgo, hay peligro de golpearse y rasgarse el cuerpo. A esto hay que agregarle que esa zona está llena de erizos de mar, que si no hay cuidado puede lastimar un pie o cualquier parte del cuerpo.
Todos estos son los riesgos del surf que no se pueden descartar, expone David, quien explica que en esa zona también hay tiburones, y aunque están un poco más abajo, solo saben que pasan por debajo de las tablas pero nunca ha habido un incidente, porque los surfistas están solamente esperando la ola.
En esas playas ya han habido accidentes porque muchas personas que creen saber todo lo referente al surf, se lanzan sin medir consecuencias, y eso ha generado acciones lamentables, porque han habido casos de turistas que han entrado a surfear y han salido con los brazos rotos o cortados, cuenta David.
Estos accidentes básicamente suceden, dice, porque llegan las personas y no piden información a quienes ya conocen el lugar y así se meten, por lo que la recomendación para quienes hacen surf es primero llegar y preguntarle a quienes viven ahí, a los locales, todas sus dudas respecto al mar, algo que él hace antes de meterse al agua; cuando llega algún lugar nuevo, toma sus precauciones, lo revisa lo mide, pregunta a los locales, saca sus dudas y después toma la decisión.
En el surf no hay miedo, asegura, porque si entra el miedo no se va a surfear, hay que hacerlo a un lado para solo atender las ganas de surfear.