Jiquilpan, preparada para presunta repatriación de connacionales

JIQUILPAN, Mich., 15 de noviembre de 2016.- Si hubiera repatriación de connacionales, lo cual me parece exagerado, con la llegada a la presidencia de los Estados Unidos de Donald Trump, estamos preparados para recibir a nuestros hermanos y creo que tendremos que hacer lo que siempre hemos hecho, trabajar y ahora juntos , unidos.

José Clemente Covarrubias, presidente municipal manifestó lo anterior en entrevista con Quadratin y agregó que si bien es cierto que municipios como Villamar, Sahuayo, Cotija, entre otros tienen un alto índice de migrantes, existe la capacidad en la región para darles empleo, “tenemos que aprovechar la situación y abrir espacios para que nos ayuden con lo que aprendieron allá y aplicarlo ahora con nosotros”.

De esta manera el edil descalificó las voces “catastrofistas” que dicen que nuestro estado será uno de los más afectados con una posible repatriación. Optimista, Covarrubias se dijo convencido de la “gran fuerza de trabajo de los mexicanos”, tenemos problemas es cierto dijo, pero somos más grandes que ellos y la historia lo ha demostrado.

Aquí en Jiquilpan casi todos tenemos un pariente o un amigo o conocido que fue o vive en estados unidos, también hemos escuchado desde niños de personas de otros lugares de la región que viven de quienes trabajan en los estados unidos, así que si tenemos que vivir con la repatriación, “estamos preparados para recibir a nuestros hermanos”.

Entrevistado en el marco de las festividades de la revolución –las más importantes del municipio en el año–, el edil apeló a la cultura de los mexicanos, “aún en tiempos muy difíciles, como las invasiones, salmos adelante, ¿porque ahora no habríamos de hacerlo?,” sentenció ; sin embargo también reconoció que habrá  que trabajar a “marchas forzadas para atender estas contingencias” y lo más importante apuntó, es que ya lo estamos haciendo , más allá de lo que pueda ocurrir en los estados unidos.

En el occidente del estado, tenemos una cultura de solidaridad que data de muchos años, estamos acostumbrados a convivir con quienes trabajan en el norte y nos han traído progreso, también con quienes no tienen suerte y regresan a quedarse, “¡en fin!, somos una cultura de migración y no creo que las amenazas de repatriación nos afecten mucho, cada quien tiene que hacer su trabajo y ahora nos ocupa estar más unidos para enfrentar lo que venga”.