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MORELIA, Mich., 19 de octubre de 2023.- Jamás tuvo miedo a morir. Tampoco podía, siendo madre de un pequeño, permitírselo. Entre carencias de medicamentos, la incertidumbre por un diagnóstico que aún se considera grave y el apoyo incondicional de los suyos, Dalia Villegas Moreno, periodista, llevó a cabo la carrera por su vida: la lucha contra el cáncer de mama.
En Michoacán, 15.84 de cada 100 mil mujeres de 20 años en adelante son diagnosticadas cada año, en promedio. El indicador estatal se encuentra por debajo de la media nacional, 17.48 por cada 100 mil mujeres.
Hace cinco años, con 33 de edad, Dalia Villegas se integró a esta estadística. Una revisión rutinaria, como la que los especialistas piden a mujeres, y a los hombres, realizar por lo menos una vez por mes, le reveló la existencia de una bolita, del tamaño de una nuez, en su mama derecha.
“Las campañas de difusión son importantes, para que las mujeres nos revisemos, pero también para saber qué hacer y a dónde acudir en caso de encontrar alguna anormalidad”, señaló Villegas Moreno.
La atención médica incluyó el diagnóstico de cáncer de mama en su mama derecha, lo que hizo necesaria una mastectomía radical y ciclos de quimioterapias.
“Desde el inicio tuve un buen pronóstico, con un 80 por ciento de probabilidades de recuperación, en caso de un tratamiento adecuado. Luego del impacto por la noticia, que fue como una sentencia de muerte, me pude tranquilizar bastante, vinieron la cirugía, la quimioterapia, todo en el sector público.
“Tuve un trato adecuado, por lo menos en lo técnico, porque hay muchas carencias en insumos y medicamentos, aun en los más básicos, no sé si hay rapiña o si no se asigna suficiente presupuesto.
“Sin embargo, la mayor carencia es en el aspecto psicológico, porque en ese rubro se tiene una pésima atención”, explicó.
Entre los aspectos que, una vez efectuado el tratamiento, debió superar Dalia Villegas, destacan la modificación de su cuerpo por una mastectomía radical, “el impacto de verme mutilada, que no se relaciona con sentirme menos mujer o con el tema de la sexualidad, sino con que a ningún ser humano le gustaría verse mutilado, es algo que a la larga se debe procesar, porque en el sector público no hay ese tratamiento y en lo privado es muy costoso”.
Portar una prótesis ayuda; en su caso recurrió a una prótesis externa, que alcanza un valor desde mil 500 pesos o pueden ser donadas, mientras que las prótesis internas pueden cotizarse en hasta 200 mil pesos, “está fuera de mi presupuesto”.
El segundo aspecto fue el temor a dejar a su pequeño, a ser vencida por la enfermedad y no poder acompañarlo en su crecimiento y desarrollo.
“Yo jamás tuve miedo a morir, mi miedo era dejar solo a mi hijo, me daba pavor dejarlo, ahora tiene 10 años, ¿quién lo iba a cuidar?; yo no podía permitirme morir, mi más grande pena fue que los malestares no me daban oportunidad de estar con él, hacer tareas o jugar, por dos años”, precisó Dalia Villegas.
Ante estos temores y las dificultades de acceso a acompañamiento psicológico para las pacientes de cáncer de mama, el mejor respaldo es el núcleo familiar, los amigos, los seres queridos.
“La familia es fundamental, es tu fuerte, si no fuera por ellos no sé qué habría hecho. También tuve acceso a materiales de autoayuda, a testimonios de otras mujeres, todo eso me salvó de la depresión, me ayudó a salir adelante en lo emocional”, dijo.
Si bien años atrás las parejas varones de pacientes con cáncer de mama solían ser un factor de estrés para ellas, por su reacción ante los cambios que se producen en los cuerpos de las mujeres por la enfermedad, para Dalia Villegas “mi entonces pareja fue un pilar fundamental para mi recuperación, sin su apoyo no sé qué hubiera hecho, su acompañamiento fue fundamental y él estuvo siempre a mi lado”.
Y es que, cuando una mujer corre por su vida, ante un diagnóstico de cáncer de mama, la oportunidad del diagnóstico, el tratamiento adecuado, los cuidados suficientes y una alimentación de calidad son factores que se conjuntan para que ella resista.
Pero lo que nutre su alma y le da motivos para quedarse y vivir es el apoyo de los suyos, sea una pareja, una amiga, su familia, sus hijos, sus compañeros de trabajo, entre las propias mujeres.