Mexicanos consumen 60% más sal de la recomendada: OMS
MORELIA, Mich., 23 de junio de 2020.- La salud mental y el bienestar de los michoacanos se han visto afectados por la crisis derivada de la pandemia del Covid 19 y son una prioridad que debe abordar con urgencia la Secretaría de Salud, afirmó el diputado Ernesto Núñez.
En una iniciativa de ley para que esa dependencia quede obligada a la implementación de mecanismos, programas o protocolos especializados para la prestación de servicios en materia de salud mental, señala que el objetivo es reducir los niveles de estrés o depresión o cualquier otra condición que afecte la salud mental que origine como consecuencia de desastres naturales, emergencias sanitarias o distanciamiento social determinado por las autoridades.
En esos casos, la Secretaría dará prioridad en la atención especializada a la niñez, adolescencia, juventud, mujeres en condiciones de embarazo, puerperio o en menopausia, adultos mayores y personas que se encuentran en situación de calle.
Refiere el diputado del Partido Verde Ecologista de México que en un informe de la Organización Mundial de la Salud se pone de manifiesto el rol de los servicios de salud mental como parte esencial de todas las respuestas gubernamentales al Covid 19.
La evidencia disponible hasta la fecha confirma la angustia psicológica generalizada en las poblaciones afectadas, algo comprensible, dado el impacto de la pandemia en la vida de las personas. Dicha angustia puede deberse tanto al impacto inmediato del virus sobre la salud y las consecuencias del aislamiento físico, como al miedo a la infección, la muerte y la pérdida de miembros de la familia.
La pandemia conlleva un distanciamiento físico de las personas con sus seres queridos y compañeros y millones de personas se enfrentan a una crisis económica por haber perdido o estar en riesgo de perder sus ingresos y medios de vida.
A esto se añade la información errónea frecuente, los rumores sobre el virus, la difusión de imágenes en los medios de enfermos graves, cadáveres o ataúdes y la incertidumbre sobre el futuro, que constituyen importantes fuentes de angustia. Todo ello, incrementa la probabilidad de un aumento a largo plazo en la cifra y gravedad de los problemas de salud mental.
Los trabajadores de la salud de primera línea desempeñan un papel crucial en la lucha contra la epidemia y han estado expuestos a numerosos factores estresantes como cargas de trabajo extremas, decisiones difíciles, muerte de pacientes, riesgo de infección y de contagio a sus familiares y otras personas, por lo que es fundamental garantizar su salud mental de cara a mantener una respuesta y abordaje eficaz del Covid 19.
Las mujeres están soportando una gran parte del estrés en el hogar, así como impactos desproporcionados en general, sobre todo las mujeres embarazadas y las nuevas madres son especialmente propensas a estar ansiosas debido a las dificultades para acceder a los servicios, al apoyo social y psicológico, así como por el miedo a la infección.
En algunas situaciones sufren una mayor carga debido a tareas adicionales, como la educación en el hogar y el cuidado de familiares mayores.
Igual que sucede con el abuso infantil, la situación de estrés y las restricciones al movimiento aumentan el riesgo de violencia hacia las mujeres: la ONU estima que a nivel mundial se pueden esperar 31 millones de casos adicionales de violencia de género si las restricciones continúan durante al menos 6 meses, lo que hace urgente la atención a la salud mental, indica en su propuesta.