Teléfono rojo
CIUDAD DE MÉXICO, 28 de enero de 2024.- Hace 10 años una mujer joven con discapacidad intelectual quiso entrar a estudiar al Centro Morelense de las Artes. Su objetivo, como muchas otras personas de su edad, era seguir estudiando y, al lograr una licenciatura, poder optar por un trabajo mejor pagado.
De acuerdo al portal Yo También se expone que ella cumplía con todos los requisitos. Hizo su examen de admisión y no fue aceptada. Argumentó que necesitaba, como es su derecho desde hace 16 años que México firmó y ratificó la más reciente Convención de Derechos Humanos del mundo, ajustes razonables para las entrevistas y talleres.
El entonces rector de esa universidad abiertamente la discriminó al decir que no había presupuesto para ello y que además sus planes de estudio no estaban diseñados para personas con discapacidad intelectual.
Su hermana, Daniela, es abogada y sabe de los derechos de Selene. De los derechos que tienen todas las personas con discapacidad a la educación. Decidió pelear con y junto a ella.
Presentaron un primer amparo que fue negado, insistieron ante un tribunal colegiado que también les dijo que no. Pidieron la atracción de la Suprema Corte de Justicia y la respuesta no fue favorable.
Dado que se acabaron las instancias nacionales, apelaron al Comité de personas con discapacidad en Ginebra.
El resultado es muy importante no sólo para Selene sino para todas las personas con discapacidad de México. Aunque el fallo tardó 10 años, en 2023 notificaron a nuestro país que Selene tiene razón. Que ese Centro en Morelos debió de haber hecho esos ajustes razonables porque ella tiene derecho a la educación superior.
El dictamen de este Comité hacia México como país (el 70/2019 que hizo llegar de manera formal el 27 de abril de 2023), independientemente de quién y de qué color nos gobierne, es muy claro: a Selene deben pedirle una disculpa pública, deben pagar la inversión que han hecho en litigio y -ojo- deben hacer una serie de medidas de no repetición en el ¡Sistema Educativo Nacional!
Es decir: México debe decir cómo se asegurará de que no haya más personas como Selene discriminadas de su derecho a la educación inclusiva en universidades. Es importantísimo.
Desde que supe que la ONU había emitido este dictamen, lo he citado muchas veces sobre todo en pláticas a las cada día más Universidades (como la Iberoamericana) que están dando pasos para ser cada día más incluyentes.
Por cierto, esta semana tenemos el debut como colaboradora de Inés Pintado, quien justo estudió en la Ibero y habla del derecho a la educación en ¿Las personas con discapacidad tenemos oportunidades para estudiar?. Deseo que Inés tenga “buena mano”, que se vuelva una colaboradora frecuente y que abra más espacios en Yo También para personas con discapacidad intelectual.
El derecho a la educación de las personas con discapacidad no es una concesión, no es por favor. Es algo que llegó para quedarse y en lo que tenemos que trabajar mucho como país.
Es apenas el segundo dictamen internacional que llega al país por violaciones a derechos humanos de personas con discapacidad que agotaron las instancias nacionales.
La nota completa en Yo También