MORELIA, Mich., 27 de noviembre de 2017.- Un estado democrático no se puede permitir la justicia por propia mano, pero es momento de fortalecer la legítima defensa, ante la incapacidad del Estado para garantizar la seguridad, afirmó el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Víctor Manuel Serrato Lozano.

“Acreditar ante un juez la legítima defensa es casi imposible, mínimo te la dejan en exceso en la defensa, es absurdo; hay que reconocer lo que en los códigos actualmente se regula esta legítima defensa con más perjuicios para el que se defiende y más beneficios para el que ataca, casi tienes que esperar a que te disparen tres veces y sí quedaste vivo entonces sacas el arma tienes o, si te atacan con un garrote  tienes que responder con un garrote, tienes que ser adivino para saber si trae un arma, si te va a sacar una navaja, si te va a sacar un palo, eso es imposible”.

En entrevista, el Ombudsman michoacano consideró que habría que poner mucha atención a las iniciativas de ley para fortalecer la legítima defensa ante un peligro inminente real y  que se regularice esa situación, sobre todo en el sentido de que quien se defiende sea adivino para responder con lo que tenga a su alcance.

Es momento de que al menos se analice porque el Estado mexicano no ha sido capaz de brindar seguridad ni de restablecer el orden y los ciudadanos no tengan que vivir con el temor de que cualquier grupo de criminales les va a arrebatar la vida.

Serrato Lozano señaló que en un Estado democrático de avanzada no se puede permitir que sus ciudadanos se hagan justicia por cuenta propia, pero ante las debilidades del sistema de seguridad justicia los ciudadanos están buscando alternativas, reformando leyes y armándose aunque descartó que la portación y uso de armas represente un riesgo social.

“Yo me inclinaría más por esa legítima defensa del ciudadano de a pie, del ciudadano común, del padre de familia que tiene que resguardar su casa, su intimidad, su propiedad, la vida de su familia, su patrimonio, sus vehículos; yo me inclinaría más por fortalecer esa legítima defensa.

“Los riesgos de que todo mundo ande armado tendríamos que analizarlo con mucho detenimiento. Yo creo que el estado debe preocuparse por estas iniciativas que empiezan a surgir. Yo creo que para el Estado mexicano debe ser un llamado de atención para que se ponga a revisar sus estrategias.

“Cualquier tipo mediocre de criminales siempre va un paso adelante que los cuerpos de seguridad; desalienta mucho a la sociedad cuando nos enteramos que al frente de un grupo criminal estaba un ex policía o, en el peor de los casos, un policía en activo, un comandante, o no se diga funcionarios de mayor nivel con poder de decisión”, señaló el ombudsman en el marco de la presentación del libro El derecho de armarse, de Ernesto Vilanueva, organizada por Quadratín.