Sacan Morelianos los pasos prohibidos con el Grupo Cañaveral
MORELIA, Mich., 2 de febrero de 2018.- Llegó el Día de la Candelaria y si fuiste uno de los afortunados a los que les tocó el Niño Dios al partir la Rosca de Reyes el pasado 6 de enero, seguramente te tocará invitar los tamales.
En un sondeo realizado por Quadratín pudimos apreciar que esta tradición aún perdura en la mayoría de los hogares morelianos y que sirve como una forma de convivencia familiar, al igual que entre los trabajadores de cualquier oficina.
Luis Eduardo Maldonado, empleado, reconoció que le gusta ser parte de esta celebración en la que una familia puede llegar a invertir más de 300 pesos, dependiendo del número de integrantes que tenga, con el único fin de convivir.
En cambio, la señora Lorenza Gamiño, dijo que en su casa no se acostumbra esta celebración de invitar los tamales, pero que sí acude a celebrar la misa donde el Niño Dios es presentado en el templo.
“Se me hace folclor y yo no soy de eso. En las oficinas sí lo celebran, pero cuando eso pasa yo me salgo porque es pura verbena y es puro pretexto para no trabajar, además gastan mucho porque si cuesta cinco pesos cada tamal, ahí ya hay dinero y se supone que estamos en la cuesta de la economía, entre más gastamos menos tenemos, se tira el dinero en cosas mínimas”, opinó.
En cambio, Concepción Flores, turista de Veracruz, celebró que aún permanezca vigente esta tradición para convivir en familia. “Creo que la deberíamos de festejar todos porque a nadie le hace daño. Yo ya pasé a misa, hay que recuperar la fe”, externó.
Laura Romero, guía de turistas en la capital michoacana, señaló que de manera particular festejan esta fecha cantando villancicos para el Niño Dios, además de vestirlo y lanzar confeti. “Llevamos a cabo el besamiento de los pies para todos los invitados, obviamente los tamales y el atole no pueden faltar”, compartió.
“Aún perdura esta tradición, se han inventado varias variantes, que el Niño batman o que el Niño doctor, pero en realidad es el Niño Dios que se levanta de su cuna para llevarlo a presentarlo al templo”, agregó.
Carlos Sánchez, empleado de un call center, confesó que no le gusta festejar esta fecha. “No estamos acostumbrados a eso, me parece algo innecesario y además no me interesa, aunque muchas personas sí tienen esa creencia”.
De acuerdo con el padre Rubén Hernández Colín, esta tradición forma parte de un ciclo religioso que combina lo católico con lo espiritual e incluso lo popular, para dar paso a la temporada de carnavales que se celebran en el mes de marzo.
Explicó que las personas que hallaron el Niño Dios en la Rosca de Reyes, son una especie de padrinos que, en forma de ofrenda, invitan los tamales el 2 de febrero, fecha en la que lo visten y lo llevan a presentar al templo.