MORELIA, Mich.,  19 de noviembre de 2018. – En Michoacán el 3.3 por ciento de los niños, niñas y adolescentes ha sufrido abuso sexual y 61 fueron asesinados entre 2015 y 2016, sostuvo en entrevista telefónica la titular del Sistema Estatal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), Yolanda Equihua.

Explicó que de acuerdo a la información recabada por la dependencia se advierte que “algo que es muy alarmantes el tema del abuso sexual, el 3.3 por ciento, que pensamos es bien poquito, pero si calculamos la cantidad de los 1.6 millones niños, niñas y adolescentes se va a miles de niños que han sido abusados”.

A lo anterior, que es el porcentaje menor, habría que añadir otros tipos de violencia de la que fueron victimas en el ambiente escolar y familiar.

Manifestó Equihua Equihua que el 43.9 por ciento de los niños ha sufrido maltratos, 23.9 por ciento fue víctima de omisión de cuidados, como no haber sido alimentados o sufren de abandono permanente por sus padres que se van a trabajar.

Asimismo, cerca del 13 por ciento sufrió maltrato emocional, además de que la violencia física sigue ejerciéndose, y aceptándose, como forma de educación de los pequeños.

Sin embargo, esto no es lo más preocupante, las cifras recabadas por Sipinna advierten que 61 menores murieron entre el 2015 y 2016, acentuándose los casos en niños de 5 a 9 años y adolescentes de los 15 a los 17 años.

Por lo anterior, consideró la funcionaria estatal que es preciso realizar un cambio no solo de las instituciones, sino de todos los actores, desde la familia, la escuela y el entorno donde se desenvuelve un niño. En esencia que se precisa una transformación cultural, donde el niño deje de verse como un objeto de responsabilidad.

A lo ya mencionado, habría que añadir los 380 menores que se encuentran bajo la tutela del Sistema DIF Michoacán que sufrieron algún tipo de violencia y que, para prevenir que continuaran expuestos a estas situaciones, tuvieron que pasar a alguna de las casas hogar de la entidad.

Además de quienes habitan en las casas hogar del sector privado, quienes también fueron sustraídos por hechos semejantes, llevados por sus padres por falta de solvencia para alimentarlos o porque simplemente los abandonaron.

Tema aparte son los menores que pasaron a ser tutelados por sus parientes ante el abandono de sus padres que tuvieron que migrar, o a la inversa, que fueron repatriados por estar de ilegales en otro país.