MORELIA, Mich., 6 de noviembre de 2020.- Luego de ser víctima de robo en su domicilio de dinero y mercancía, una mujer ha logrado identificar las placas del vehículo de una mujer que, bajo el estandarte de hacer trabajos esotéricos, robó a varias mujeres en Morelia y luego se dio a la fuga con cientos de miles de pesos.

María Osorio ha presentado ante la Fiscalía General de Michoacán (FGM), la respectiva denuncia en contra de Nathalia Nicolás Bosques y sus presuntos hijos, Jenny Montes, Brandon Montes, Aaron Montes y Kalea Palacios, cómplices de la misma, de haber sustraído alrededor de 100 mil pesos en mercancía de su domicilio, en la colonia Ignacio Ramírez.

María no es una mujer supersticiosa, no cree en la brujería ni esoterismo, pero conoció a Natalia, también conocida como Sinaí o Fátima, por algunas de las clientes de la tarotista, que recomendaron los productos de María, sin saber que, al igual que sus amistades, sería otra víctima de la supuesta hechicera.

La tarotista se fue acercando a la comerciante y, luego de envolverla con sus argumentos, se metió a su casa, con la promesa de que su hija Jenny iba a ayudarle en la venta de la ropa.

María aceptó y por unos minutos los dejó en su casa, en tanto iba al médico. Mala decisión, porque aprovechando su ausencia, relató la víctima “se llevó la ropa, toda la mercancía, y 100 mil pesos que tenía en efectivo”.

Al verse presa de la estafadora, acudió a la casa de la hechicera el viernes 29 de octubre y, para sorpresa propia y de la acusada, la encontró contando cada peso con el que pretendía huir, dinero proveniente de las supuestas mandas a los espíritus y la virgen de Guadalupe, que iba a ser velado, para que sus clientas pudieran recobrar el amor de sus hijos, de sus ex parejas. Pero nada pudo hacer para evitar la fuga.

Ahora, María, al igual que otras víctimas de la supuesta hechicera “quiero alertar a la gente, que no los roben, defrauden. Que no crean en eso”, explicó.

Y en tanto la Fiscalía General de Michoacán da con el paradero de los estafadores, María ya logró identificar las placas de uno de los vehículos de la familia, abonando rápidamente a las pesquisas.