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MORELIA, Mich., 30 de octubre de 2018.- La celebración del Día de Muertos en México no sería la misma sin la tradicional ofrenda que dedicamos a nuestros seres queridos que han partido de este mundo terrenal.
Ya sea por su aroma, colores, sabores, el sincretismo que la envuelven o por su propio significado, la ofrenda de Día de Muertos se ha convertido, desde tiempos inmemoriales, en un elemento indispensable de esta festividad.
La fecha ya se encuentra a la vuelta de la esquina, y si aún no la has empezado a montar porque piensas que puede resultar muy costoso, en Quadratín elaboramos un presupuesto aproximado y descubrimos que podrías gastar alrededor de 600 pesos para el caso de un altar pequeño, pues todo dependerá del número de elementos que deseen incluir.
Para ello necesitarás agua, sal, velas o veladoras, copal e incienso, flores, petate, izcuintle, pan, gollete y cañas, como elementos indispensables, ya que cada uno posee su propio significado.
El agua se ofrece para que las ánimas mitiguen su sed después de su largo recorrido y para que fortalezcan su regreso. Con una jarra o un vaso será suficiente, así que podrías invertir alrededor de ocho pesos, que es lo que cuesta una botella de 600 mililitros.
La sal servirá para que el cuerpo no se corrompa, en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año, destaca la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Un kilo cuesta alrededor de 10 pesos, pero con un puñito será suficiente.
El copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses y era utilizado para limpiar el lugar de los malos espíritus para que las almas puedan entrar a su casa sin ningún peligro. Fue hasta la llegada de los españoles que se conoció el incienso. En la ofrenda puedes colocar cualquiera de estos dos elementos. Cada paquete cuesta alrededor de 30 pesos.
Las flores son probablemente el elemento que pudiera resultar más caro de la ofrenda, pero sin ellas, la ofrenda no sería la misma, ya que son símbolo de la festividad pues adornan y aromatizan el lugar durante la estancia de las ánimas.
La un ramo de flor de cempasúchil cuesta aproximadamente 50 pesos; el de pata de elefante, alrededor de 40 pesos; y la nube, que no puede faltar para las ánimas de los niños, por representar la pureza, te costará unos 30 pesos.
En muchos hogares suelen deshojar la flor de cempasúchil y formar caminos con sus pétalos para guiar a los difuntos desde el campo santo a la ofrenda y viceversa.
El petate funciona para que el alma de los difuntos descanse después de su viaje al mundo terrenal, o de mantel para colocar los alimentos de la ofrenda. En los mercados los puedes encontrar desde 200 pesos, dependiendo de su tamaño.
El izcuintle no puede faltar en los altares para niños. Es el perrito en forma de juguete para que las ánimas de los pequeños se sientan contentas al llegar a la ofrenda. Además, es el que ayuda a las almas a cruzar el río Chiconauhuapan, que es el último paso para llegar a Mictlán, la tierra de los muertos.
El pan es uno de los elementos más preciados en el altar de muertos. La Iglesia lo presenta como el cuerpo de Cristo. Su precio dependerá del tamaño, pero puede ir desde los 25, 50 o 70 pesos, aproximadamente.
También puedes incluir otros elementos como la fotografía del difunto al que le dedicarás la ofrenda, su platillo favorito, fruta, calaveras de azúcar, licor, una cruz de ceniza, papel picado, cigarros, o alguno de sus objetos favoritos.
Las calaveras de azúcar las puedes encontrar en los mercados locales desde los 10 hasta los 40 pesos, según el tamaño; mientras que el papel picado se vende en tres pesos la pieza, así que su costo dependerá de cuántos quieras colocar en la ofrenda.