Se deslindan diputados del PRI, PAN y PRD del alza en precio de gasolina

MORELIA, Mich., 29 de diciembre de 2016.- El alza diferenciada en el precio de la gasolina no es producto de la reforma energética sino del quebranto que sufre Petróleos Mexicanos (Pemex) y de factores externos, afirmaron diputados de los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática en el Congreso del Estado.

Adriana Hernández Iñiguez, coordinadora de la bancada del tricolor y presidenta de la Junta de Coordinación Política defendió la reforma energética  al señalar que la situación de desabasto, especulación y aumento de precios es un asunto global, no una decisión del partido en el que milita.

El problema es que la paraestatal Pemex está en la quiebra porque fue utilizada como caja chica por gobiernos anteriores y no es fácil echar a andar la reforma en esas condiciones y un escenario internacional adverso por lo que sin duda habrá un costo político que se tendrá que pagar.

La diputada por el distrito de La Piedad reconoció que ella legisladora federal votó a favor de la reforma energética, pero señaló que se proyectaba un escenario de mejora gradual y no el desorden actual.

El coordinador de la bancada del PAN, Carlos Quintana Martínez también sostuvo que el aumento en el precio de la gasolina se derive de la reforma energética, sino de Pemex que ha sido saqueado y no está en condiciones de invertir ni en el elemental mantenimiento para seguir produciendo.

También deslindó al PAN del aumento de los hidrocarburos, al asegurar que si bien es lamentable, su partido no tiene por qué pagar un costo político, pese a que avaló la reforma energética.

Pascual Sigala Páez presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado también señaló que Pemex ha ido tropiezo tras tropiezo y es una situación muy peligrosa porque está en riesgo el país ya que la mayor parte de los ingresos provienen del petróleo.

Consideró que el aumento en el precio de la gasolina es un golpe brutal para los mexicanos porque todos los bienes y servicios aumentarán sus costos cuando hay una enorme desconfianza, desdén y falta de credibilidad de los ciudadanos hacia los políticos y a las instituciones, por lo que sin duda habrá un costo político.