URUAPAN, Mich., 9 de noviembre de 2020.- “A las 7 de la noche, mientras realizaba el despegue en Uruapan, se notó algo extraño en el avión: La nariz del DC-9 estaba muy inclinada hacia arriba, por lo que comenzaron a sonar varias alarmas indicando que uno de los slats no funcionaba. Posteriormente el avión entró en pérdida (stall)”.

Así, crudo, Wikipedia entra en su texto para recordar lo que este lunes se conoce como la peor tragedia aérea ocurrida en Michoacán, aquella noche del 9 de noviembre de 1999.

Las cifras, de horror: 18 personas murieron en el percance aéreo: 15 pasajeros, dos pilotos y una sobrecargo.

“El vuelo tuvo su origen en la ciudad de Tijuana, Baja California, haciendo escalas en la ciudad de Guadalajara, Uruapan y finalmente la Ciudad de México. El Capitán era Jesús José Gracián y el primer oficial Héctor Valdez”, se recuerda hoy en la página digital.

El reportero de Quadratín en esta ciudad, Julio César Aguirre recuerda: “El martes 9 de noviembre de 1999, alrededor de las 18:30 horas el avión DC-09 de la aerolínea Taesa, despegó del aeropuerto Ignacio López Rayón, de Uruapan.

El destino era Tijuana, haría escala en el Distrito Federal. La aeronave se desplomó unos segundos después de haber despegado y cayó en una huerta de aguacate aledaña al centro turístico La Tzaráracua, en inmediaciones de la colonia Arroyo Colorado, Uruapan”.

Notas periodísticas de la época dieron cuenta del doloroso, laborioso y traumatizante rescate.

Al parecer el avión no estaba en las condiciones necesarias para realizar el vuelo. Esto ya se le había informado a las autoridades necesarias, pero la compañía no hizo nada al respecto.

El de TAESA es considerado el tercer accidente aéreo más trágico de México después del vuelo 498 de Aeroméxico en 1986, y el vuelo 940 de Mexicana de Aviación en ese mismo año. Este accidente, a su vez, fue el principio del fin de la aerolínea, ya que luego de las investigaciones, TAESA perdió sus permisos de vuelo y quebró al año siguiente.