Morelia: vuelca tráiler en salida a Salamanca; ocasiona tránsito lento
MORELIA, Mich., 11 de junio de 2018.- Alrededor del 95 por ciento de los ministros de culto de la Iglesia Católica son miembros de familias rurales, carecen de un patrimonio personal y sus ingresos oscilan entre los 10 y 15 mil pesos por lo que no tienen que declarar ante la Secretaría de Hacienda o la sociedad, afirmó el obispo auxiliar de Morelia, Herculano Medina Garfias.
“La mayoría provenimos de familias en las que los papás que se dedican a la jornada de trabajo diaria para poder subsistir, realmente no tenemos gran cosa… son pocos los que vienen de familias económicamente muy bien, no digo que no los haya, sí los hay, pero son contados los que lo tengan y a nivel personal tienen que hacer sus declaraciones según lo que tengan”.
Medina Garfias recordó que ya en una ocasión algunos periodistas se dieron a la tarea de visitar a los obispos de México para ver dónde vivían y cómo vivían y se sorprendieron de que no tienen grandes cosas.
“Yo soy uno de ellos, yo vivo en un espacio del mismo Seminario; yo no tengo una casa específicamente para que yo viva; estaba en el Seminario cuando salí electo obispo y pedí que me permitieran seguir viendo ahí, ahí estoy, en un departamento”.
Los demás obispos auxiliares, Carlos Suárez y Víctor Alejandro Aguilar Ledesma viven en la Casa San Benito que es la casa sacerdotal, ubicada en la subida a la tenencia Jesús del Monte, al sur de la capital michoacana.
En ese lugar también viven sacerdotes que se encuentran enfermos, ancianos, así como algunos que vienen de fuera y necesitan hospedarse, indicó en entrevista el obispo auxiliar.
La Iglesia Católica en Michoacán cuenta con una casa arzobispal, la cual se encuentra ubicada en el Centro Histórico, en la calle de Serapio Rendón; en ella vivió el cardenal Alberto Suárez Inda, quien ahora ocupa un departamento en la Iglesia de La Inmaculada y, actualmente la habita el arzobispo Carlos Garfias Merlos.
Anteriormente, Estanislao Alcaraz Figueroa, quien fue arzobispo de Morelia durante 23 años, de 1972 a 1995, optó por vivir en una casa ubicada también en el Centro Histórico de Morelia, en la calle Morelos que era patrimonio de sus padres.
“No hay nada que esconder”, indicó el obispo auxiliar de Morelia quien aceptó que tal vez les hace falta transparencia para la feligresía y los ciudadanos en general puedan conocer realmente como viven quienes eligieron la fe como una forma de vida.