MORELIA, Mich., 18 de junio de 2017.- Pascual Sigala Páez es el presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado y es también un padre muy orgulloso de sus tres hijos, dos mujeres y un varón, ya adolescentes quienes no tienen nada de qué avergonzarse de él, pese a ser un político.

“Estoy absolutamente seguro que ninguno de los tres te pueden decir que hay algo de lo cual se avergüence de su padre, cuando eso ocurre estás perdido, pero eso no ocurre ni va a ocurrir, porque yo siempre procuro ser un hombre constructivo, honesto, que habla con la verdad y eso, estoy absolutamente claro, ninguno de mis hijos ni ayer, ni ahora, ni mañana estarán avergonzados de su papá”.

Su actividad no tiene horario, no descansa los domingos ni los sábados, pero procura estar con ellos siempre que puede, pero agendado, una vez a la semana, comen juntos y hablan de sus problemas, de la escuela, de su salud, de sus amigos.

“Ellos también me cuestionan, pero estoy muy agradecido con la vida por haberme dado estos tres hijos y no es sencillo porque de repente, cuando te paras a reflexionar, quisieras siempre darles más tiempo a tus hijos, acompañarlos siempre a la escuela, llevarlos, traerlos, sus eventos, su graduación, su fiesta.

“He procurado mucho infundirles el deporte a los tres y son muchachos nobles que, por supuesto, me respetan mucho, pero siempre hay ese sentimiento personal de cómo arreglas tus tiempos para atender la cosa política, a tus hijos, tus asuntos personales, pero atender también a los tuyos, yo soy un hermano de 12, soy el tercero, tengo a mi papá, a mi mamá, siempre que puedo voy a verlos, los mando traer, mi madre va y viene, está un tiempo aquí, otro tiempo se va a Durango, mi padre es más sedentario, no quiero moverse mucho, ya es grande”.

A combinar todo eso se aprende en el camino, con los años vas haciendo ajustes porque no hay una fórmula y no es una dinámica sencilla, pero sus hijos van entendiendo que no tiene horario ni fines de semana, pero que siempre está al pendiente y que, cuando puede, va y los cobija y les da un beso.

Siempre ha sido así y no hay reclamos salvo una vez que su hija la mayor lo intentó y le dijo: “vida mía acompáñame a donde puedas para que veas lo que estoy haciendo, para que podamos disfrutarnos y aprender juntos, pero normalmente no hacen ese reclamo porque ellos cuando nacieron ya andaba yo en estas lides, así crecieron. Liego mi hija me escribió una carta en las que me dice cosas maravillosas y la atesoro”.

Pascual Sigala Páez dice que no tiene remordimiento alguno por no poder dedicar más tiempo a sus hijos pero está convencido de que ellos no escogieron a su padre, ni él escogió a sus hijos, les tocó y así se aman y respetan.

“No tengo remordimiento porque siempre hago el mayor de mis esfuerzos, he tratado de ser el mejor padre, seguramente que no lo soy, el mejor hermano, un buen hijo y en esa parte no tengo remordimiento porque yo tengo otra tarea muy definida; la lucha social, así nací, me crie, crecí y no la voy a abandonar nunca”.

Pocos domingos descansa el presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, pero este 18 de junio, Día del Padre, se lo regalará él mismo para poder dejarse llevar por sus tres hijos en lo que ellos decidan. Sabe que le van a hacer un huateque, pero desconoce los detalles porque no le quisieron decir.