Presentan iniciativa para reconocer derechos de trabajadoras sexuales

MORELIA, Mich., 13 de junio de 2018.- Reconocer y garantizar los derechos de las personas trabajadoras sexuales autónomas habilitadas, así como los derechos humanos reconocidos en la Constitución, así como en los tratados internacionales, propuso la diputada del Partido Verde Ecologista de México, Sandra Luz Béjar Martínez.

En una iniciativa de Ley para la protección del trabajo sexual autónomo habilitado señala que es ante todo, una actividad laboral y, por tanto, las personas que lo ejercen de manera libre y voluntaria, deben gozar de los derechos laborales que socialmente son reconocidos exclusivamente para actividades no vinculadas con el comercio sexual.

En Michoacán, el trabajo sexual autónomo no se encuentra prohibido por la ley, sin embargo, tampoco se reconoce como un trabajo y este vacío legal permite la criminalización de esta labor y su represión de forma institucionalizada, lo que trae como consecuencia la vulnerabilidad de quienes lo ejercen, lo que representa una violación a tratados internacionales suscritos por nuestro país.

Es preciso entonces, tomar medidas que eviten que el trabajo sexual persista como una actividad clandestina generando más problemas en el medio, razón por la que es pertinente la resocialización y que las normas que vinculen el trabajo sexual a lo social apunten a la dignificación de sus condiciones de vida y no al control con coerción.

“La sociedad nos exige ir más lejos, evitando la criminalización, estigma y marginación social de las personas trabajadoras sexuales autónomas, para así enviar un mensaje al resto de las entidades federativas, al Congreso de la Unión y a la comunidad internacional de que el trabajo sexual autónomo también es trabajo”, indicó la legisladora.

En Michoacán existen tres asociaciones de trabajadoras sexuales legalmente constituidas: Tarascas en Busca de la Libertad; Monarcas Libertad y Trans Valladolid quienes decidieron organizarse para poner fin a las redadas policiacas, la violencia institucionalizada y el estigma social.