Policías, el otro lado de El Grito

MORELIA, Mich., 15 de septiembre del 2016. – Unos vestidos de azul, otros de negro, blanco, gris y verde, todos viendo desde lejos la verbena popular, siendo parte importante de la celebración del Grito de Independencia, pero no pueden celebrar, su presencia en la ciudad capital de Michoacán es para vigilar y resguardar el orden, la seguridad de quienes sí van a gritar ¡Viva México!.

Y es que en el Centro Histórico de la ciudad de Morelia se encuentran dos mil 500 uniformados de Policía Michoacán, Policía Federal, Policía Municipal y la Secretaría de la Defensa Nacional.

Distribuidos en todo el plano de la ciudad cuidan celosamente el ingreso de la gente, de sus movimientos, con miradas atentas y oídos alertas. Hoy forman parte cardinal de la celebración, pero no serán parte de ella.

Su trabajo les exigió posponer su celebración. Dejaron a sus familias, esposas, hijos, padres… a sus amigos por venirse a trabajar. Hay dos mil 500 familias sin un miembro de su familia.

Muchos fueron traídos a apoyar el operativo de algún punto del estado, o del país.

Y mientras todos descansan en casa, disfrutan de alguna cena mexicana o salen a las calles a divertirse con su familia, ellos han estado de pie desde muy temprano en el cerco de seguridad que se implementó en Morelia.

No tienen permiso para dar declaración, pero Julio Cesar, Ramón y Daniel dicen que desde sus puestos darán el grito a su modo, no como todos, frente al televisor o viendo de lejos a un presidente, o al Gobernador hondear la Bandera de México.

Para matar el tiempo se distraen comiendo sus cacahuetes, golosinas o simplemente viendo el celular.

Hombres y mujeres esperan ansiosos que termine su turno, que acabe la noche en paz y sin mayor complicación. Dicen sentirse tranquilos, confían en su fuerza, pero también en la gente que vino a celebrar la Independencia de México.