MORELIA, Mich., 18 de abril de 2016.- Pese a que su publicación se dio desde abril de 2013, el protocolo de intervención sobre violencia escolar es poco conocido y por tanto nulamente difundido entre las escuelas de Michoacán.

Así quedó de manifiesto, luego de que en áreas de la Secretaría de Educación dijeron desconocer el número en el que se podía localizar a los integrantes del Consejo Preventivo de la Violencia Escolar, y en otro caso, dijeron que sólo algunos profesores atendían tal situación, pero que en ese momento nadie podía responder la llamada para responder a algunas preguntas.

De acuerdo con lo publicado por el Periódico Oficial del Estado, el Protocolo de intervención sobre violencia escolar tiene como objetivo, adoptar e impulsar la implementación y el desarrollo de acciones necesarias para garantizar el cumplimiento de los deberes y el ejercicio de los derechos de los miembros de la comunidad educativa, previniendo, atendiendo y solucionando los actos de violencia escolar.

Se proponen estrategias y procedimientos para mediar en la búsqueda de soluciones y en la mejora de la convivencia en las instituciones educativas. Podrá ser aplicado cuando cualquier generador o receptor de violencia, se vea involucrado en alguna conducta violenta de tipo físico, psicoemocional, sexual o cibernética.

El carácter de este protocolo es orientativo, por lo que se requiere que se adapte y contextualice a cada institución educativa, a su entorno y a la dinámica propia de la modalidad y el nivel educativo correspondiente. De igual manera, conviene determinar si se requieren adecuaciones a los documentos normativos de la institución educativa, así como incluir al protocolo mismo en dicha documentación.

El protocolo consta de 4 etapas: En la primera, se plantea la detección y control de la situación; en la segunda, se realiza la valoración del conflicto: en ésta puede suspenderse la aplicación del protocolo si se determina que el conflicto no es grave para el individuo agredido y la convivencia escolar; la tercera, se sugiere cuando se presenta un conflicto grave; en ésta se realizará la integración de la relación de hechos con el objetivo de solucionar el conflicto y la cuarta se refiere a las medidas de apoyo y seguimiento del evento.