No logran abatir en Morelia presencia de ambulantes en el Centro

MORELIA, Mich., 11 de enero de 2021.- La Dirección de Mercados no ha logrado abatir la proliferación de comerciantes ambulantes no tolerados que se presenta en el primer cuadro del municipio, en horario nocturno, reconoció Humberto Arróniz Reyes, secretario del Ayuntamiento.

Hacia las 20 horas, especialmente durante los fines de semana, vendedores informales de ropa, bisutería, alimentos preparados, bebidas, juguetes y otros arriban al Centro Histórico de Morelia para trabajar, una vez que se han retirado los inspectores municipales, quienes cuentan con horario diurno.

Arróniz Reyes refirió que el comercio informal en áreas como la cerrada de San  Agustín, los portales aledaños a la Catedral, la plaza Jardín de las Rosas, y los pasillos de la plaza de Armas ha crecido “de forma superlativa”, sin  que las acciones de vigilancia de la Dirección de Mercados lograran contenerle.

Además, la pandemia de coronavirus (Covid 19), con el cierre de negocios y las restricciones de horario, ha complicado el control del comercio informal no tolerado, aseveró el secretario del Ayuntamiento.      

Arróniz Reyes indicó que desde la semana anterior se dieron instrucciones de contratar nuevos inspectores municipales, que “espero que esta semana inicien a trabajar” para retirar a los vendedores no tolerados.

Serán 10 inspectores municipales que trabajarán en un horario de 20:00 a 00:00 horas, en coordinación con elementos de la Guardia Nacional y las policías Michoacán y de Morelia, para buscar disminuir la presencia de vendedores informales no autorizados en el Centro Histórico.

 La contratación de personal adicional para la vigilancia de espacios públicos en horario nocturno o, en su defecto, la ampliación de los horarios de trabajo de inspectores de Mercados ha sido señalamiento recurrente de las administraciones locales, sin que al momento se logre la contención del comercio ambulante que opera en el primer cuadro de Morelia y que ha convertido al área en, según Humberto Arróniz, “una tierra de nadie”.