MORELIA, Mich., 12 de diciembre de 2017.- Gritos, algarabía y diversión se observan en la plaza Jardín Morelos, en la capital michoacana, donde niños, jóvenes y adultos sustraen unos minutos al tiempo destinado a otras actividades para acudir a los futbolitos de San Diego, una tradición que, a la par con la veneración a la Virgen de Guadalupe, anima en los primeros días de diciembre la locación y anuncia la temporada navideña.

Como cada año, desde hace 15 años, Gloria Cedeño, quien atiende uno de los futbolitos que se ha instalado en la plaza Jardín Morelos, ha participado en la instalación de los tradicionales futbolitos que ocupan las inmediaciones del Santuario de Guadalupe durante las festividades alusivas a la efeméride católica, con un éxito creciente que confirma el arraigo que esta práctica tiene en la población.

“Nos ha ido muy bien, como que cada año aumenta la cantidad de gente que viene, nos ha ido mejor que en 2016, como que esta tradición va en aumento”, refirió Gloria Cedeño.

Si bien asociados con estudiantes de los planteles educativos aledaños, los futbolitos reciben a personas de todas las edades, afirmó Gloria Cedeño explicó que acuden personas “de todo tipo”, con mayor prevalencia de jóvenes entre semana y de familias con niños los días sábado y domingo.

De acuerdo con asistentes de estos establecimientos, uno de los detonantes para el incremento de la afluencia que se ha registrado, conforme la percepción de los trabajadores de la zona, es la seguridad que se ha desplegado.

“Está muy tranquilo, tienen un ambiente muy amigable, las familias pueden venir a divertirse porque está seguro, por lo menos no he escuchado que pase algún inconveniente o algún robo”, expresó Omar García, estudiante, luego de culminar una partida con sus compañeros de clases.

Aunque el principal motivo de la población para visitar la plaza Jardín Morelos y sus inmediaciones en el mes de diciembre continúa siendo la Virgen de Guadalupe, los futbolitos se presentan como alternativa para departir con la familia y los amigos una vez satisfechas las necesidades espirituales.

“Todos los años venimos con los niños, visitamos a la Virgen y luego les encanta venir a los futbolitos, donde hemos encontrado un ambiente bien vigilado con mucha seguridad”, agregó Jesús González Ávalos, comerciante.