HUETAMO, Mich., 8 de enero de 2019. – Ni los 40 grados que derretían todo a su paso, golpeaban tanto como el griterío en el interior de la gigantesca área que selló el reencuentro del primer presidente de izquierda en México, con el hijo pródigo de Huetamo: el perredista Silvano Aureoles.

Aquí sucumbió, ante vitores y aplausos, la tradición del abucheo y los chiflidos a los gobernadores, que habían marcado el paso de las giras presidenciales.

¡Michoacán!, ¡Michoacán!, ¡Michoacán!, retumbaban, como una sola, las voces en esta tierra que vio crecer y consolidar a una de las figuras políticas más importantes hoy en día en el PRD. Su único gobernador en el mapa.

El griterío ahogó un diluido intento de lesionar el ambiente, de aquél puñado de agitadores que llegaron vistiendo chalecos distintivos con la leyenda “servidores de la Nación” y del magisterio disidente, el mismo que desde hace 25 días tiene descarrilado el sistema de transportación de mercancía por trenes en el país.

Y Silvano ahogó las ansias de quienes querían pleito, de quienes olían sangre.

“Queremos que el gobierno que encabeza el presidente López Obrador sea un gobierno exitoso; que le vaya bien, porque con ello le va a bien a Mexico y le va bien a Michoacán” soltó el oriundo de Carácuaro.

Más de 50 años han pasado desde que esta tierra vio nacer a quien aprendió a leer a los 11 años de edad, debido a las carencias en su niñez; a quien corría descalzo entre las parcelas porque no había dinero ni para huaraches. A quien después se hizo ingeniero agrónomo, alcalde de Zitácuaro, diputado federal y senador.

“Señor gobernador, Huetamo está contigo”, se leía en pancartas, playeras, lonas y gorras. “Silvano, no estás solo”, repetían.

Aquél escenario fue el marco del reencuentro y la reconciliación, como también lo expresó el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien une con el perredista, no pocas glorias políticas en la historia de la lucha democrática por el país.

“Estoy seguro que compartimos esta misma visión (de trabajar por el pueblo) con el señor presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien le reitero mi compromiso y voluntad para seguir trabajando por Michoacán, y juntos sacar adelante a esta tierra que mucho le ha dado a nuestro país.

“Cuente conmigo señor presidente, con el Gobierno del Estado, y que esta visita sea para el bien de Michoacán y para el bien de México”, selló su discurso el hijo pródigo, hoy convertido en gobernador.