MORELIA, Mich., 1 de marzo 2022.- De confirmarse la cifra, la ejecución de 17 personas en San José de Gracia, cabecera municipal de Marcos Castellanos, se apuntaría como la segunda peor y más sangrienta masacre de los tres últimos lustros en Michoacán, solo después de los hechos de Ecuandureo.

En el recuento, a los hechos del pasado domingo, se sumaría el tuit del entonces secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, del 15 de octubre del 2019, que daba cuenta de la masacre de 13 elementos de la Policía Michoacán a manos de una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Otro tuit de la Policía Michoacán informaba que los agentes se trasladaban en un convoy hacia Aguililla cuando fueron emboscados por los criminales.

En la refriega quedaron lesionados 9 elementos más.

El 13 de junio de 2009, Arteaga se infestó de Policías Federales, luego de recibir el reporte de que 12 de sus compañeros, todos ellos integrantes de un equipo Operaciones Especiales, habían caído en manos de Servando Gómez Martínez, uno de los líderes y fundadores del Cártel de La Familia Michoacana.

Los Federales fueron torturados, ejecutados y sus cuerpos desnudos quedaron apilados a un costado de la autopista Siglo 21.

En noviembre del 2021, 11 jornaleros indígenas de Tarecuato, seis de ellos menores de edad, fueron masacrados por una célula delante delictiva que les sorprendió cerca de uno de esos campamentos cuando recolectaban panales para las festividades del Día de Ánimas.

“Fueron atacados a mansalva”, confesó el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, mientras que la Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó que ninguna de la víctimas contaba con algún antecedente que les vinculara a actividades ilegales.

Mención aparte merece el tema de Ecuandureo, cuando en el rancho de El Sol, 42 presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación fueron acribillados por fuerzas federales

Aunque en un inicio la versión oficial dio por asentado un enfrentamiento con el grupo criminal, las investigaciones subsecuentes hablan de ejecuciones sumarias, aquella mañana del 22 de mayo del 2015.

Para no pocos, la masacre de Ecuandureo fue en respuesta a las agresiones del CJNG contra fuerzas federales en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, el 2 de mayo de ese mismo año, donde incluso fue derribado una aeronave, cuando se puso en marcha la Operación Jalisco, que tenía como objeto la capturar de Nemesio Oseguera, El Mencho.