De las más de 3 mil lesiones dolosas denunciadas, 316 fueron con arma de fuego; y 199 con arma blanca. Sin embargo, trasciende que el 83.27 por ciento de los casos no se obtuvieron datos del objeto con que se lesionó a la víctima.
Este ilícito ha ido creciendo de manera gradual anualmente y de sus variantes es notorio el incremento en los casos de lesiones con arma de fuego. Hasta 2015 el grupo dominante era el arma blanca, al sumar en ese año 224 denuncias y arma de fuego 203, es decir 9.4 puntos porcentuales abajo.
Pero en 2016 la cifra de lesiones por arma de fuego incrementó caso al 100 por ciento. El total fue de 405 querellas, 99.5 por ciento más que en el 2015 y las de arma blanca se redujeron 1.5 puntos porcentuales.
Retomando. Durante el periodo enero-julio 2017 en Morelia se registraron mil 01 lesiones; en Uruapan 331; en Zamora fueron 289; Lázaro Cárdenas reportó 135; y, finalmente, Zitácuaro con 134.
En la cinco ciudades más pobladas de la entidad se cometieron el 61.3 por ciento de todas las denunciadas en la entidad; 32.5 por ciento en Morelia y 10.7 en Lázaro Cárdenas.
Cabe señalar que el comisionado para la Seguridad de Morelia, Bernardo León Olea, negó el pasado viernes que la desaparición del Programa Nacional de Prevención del Delito haya afectado a la ciudad capital; las cifras por su parte, refieren que en 2016 de enero a julio se denunciaron 991 lesiones dolosas, 10 menos que ahora.
Situación igual experimentan Zamora, Zitácuaro y Apatzingán, ciudades que fueron beneficiadas con el Pronapred durante el 2016 con varios millones de pesos para el combate a los altos índices de violencia.