MORELIA, Mich., 25 de noviembre de 2020.- Esa mañana, el doctor José Manuel Mireles llegó puntual a la cita en el restaurante La Aldaba, en el portal Matamoros de Morelia.

Era el pasado jueves 15 de octubre, y el ex líder de las extintas autodefensas estaba emocionado por saludar a un viejo conocido: Enrique Galindo, ex comisionado nacional de la Policía Federal.

El desayuno fue ameno, salpicado de anécdotas y el relato de historias fabulosas de la lucha contra el crimen organizado, encarnado entonces en el cártel Los Caballeros Templarios.

Quadratín fue testigo de honor de ese encuentro, que se prolongó por espacio de dos horas.

Instalados hoy en nuevos roles sociales, Mireles y Galindo hurgaban por el retrovisor de la historia y se congratulaban de haber sorteado con éxito aquellas virulentas etapas.

Al final, antes de la despedida, el doctor Mireles pidió la foto del recuerdo con Enrique Galindo, quien hoy está de vuelta en la academia, hace labor social y política en su natal San Luis Potosí, y lidera las franquicias de Quadratín en su terruño y en Jalisco.

Y con su anuencia, el médico aceptó una breve conversación, en la que revalidó su aprecio por el ex jefe policial y tiró parte de su ideario.

“Si todos trabajamos desde nuestras trincheras, muy pronto lograremos la recomposición del tejido social”, postuló.

El destino ya no le permitió al recio luchador social continuar con sus planes, pero ahí queda para la posteridad su aporte a la titánica misión de pacificar a Michoacán.

Descanse en paz el carismático líder de las ya míticas autodefensas.