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MORELIA, Mich., 29 de octubre de 2021.- Dice la historia que la Muerte está tan segura de alcanzarnos, que nos da toda una vida de ventaja.
Dicen que el camino de los muertos se marca con flores de cempaxúchitl, copal y velas, para que no se pierdan.
Dicen que los muertos llegan cansados, hambrientos y sedientos, y por eso en las que fueran sus casas sus familias los aguardan con sus platos favoritos.
Un total de 17 instituciones educativas intervino plazas, jardines y espacios públicos, con altares dedicados a los difuntos y tapetes que celebran el encuentro anual con nuestros seres queridos ya idos, en una noche única donde el velo que nos separa se hace un poco más delgado y ellos tienen permitido volver.
Los colores y los aromas de las flores, de la tierra, y algunos alimentos guían a las ánimas en un recorrido que abarca desde el Mercado de Dulces y Artesanías hasta la calzada Fray Antonio de San Miguel.
Y no faltan los altares a personajes históricos, como Josefa Ortiz; a personas arrancadas prematuramente de la vida, como Jessica González, o a las ánimas solas.
Dicen que cuando la Muerte toca algún tu hombro, para poner fin al camino, un perro te espera para acompañar tus pasos al otro lado.
Y son perros intervenidos por artistas plásticos la representación de esa guía en el más allá, visible en la calzada Fray Antonio de San Miguel entre los altares y los tapetes.
Dicen que la Muerte a todos nos sonríe y con todos baila, lo mismo el pobre que el emperador.
Y ella está ahí, presidiendo los senderos construidos con flores, aserrín y papel de seda picado, una viveza que por unos instantes se sobrepone a la sobriedad y el silencio de la Muerte.
Se acerca la noche del encuentro anual, donde nuestras amadas personas viajan desde el oeste pata abrazarnos una vez más, para compartir el pan y la sal con nosotros como cuando estaba a nuestro lado.
Y Morelia los recibe con los brazos extendidos, disimulada la tristeza por los días de ausencia con la alegría de vernos otra vez.
Y en Morelia es ya Noche de Muertos.