MORELIA, Mich., 19 de febrero de 2019.- Intereses políticos se encuentran detrás de los señalamientos de incumplimiento y anomalías hacia la empresa Sola Basic, que resultara ganadora del concurso de licitación para la renovación del sistema de alumbrado público de Morelia, afirmó Gabriel Prado Fernández, secretario de Administración.

Prado Fernández explicó que la información, vertida en distintos medios de comunicación nacionales y locales entre 2011 y 2018 respecto de presuntas anomalías en que incurriera Sola Basic en su intervención de redes de iluminación pública en municipios como Monterrey, Guadalupe, Tijuana, León, Guanajuato y Ciudad de México, “la respeto, pero no la comparto, porque entendemos de dónde viene”.  

Refirió que “en estos proyectos hay muchos intereses de por medio, y en el caso de Morelia, hay gente interesada en que esto no salga bien, pero va a salir bien, el tiempo lo dirá”.

Reiteró que existen “intereses políticos” que interfieren con el desarrollo de las acciones de renovación de las luminarias y la percepción de los resultados de estas labores, y Morelia no es excepción.

No obstante que todas las operaciones comerciales y de obra pública conllevan riesgos, el contrato celebrado con Sola Basic por parte del ayuntamiento de Morelia está “blindado”, por la restricción a la compra de las luminarias, ya que la instalación y operación estará a cargo del personal municipal.

“El arrendamiento es la peor situación, porque es prácticamente la privatización de la red; en cambio, nosotros sólo compraremos las lámparas, además de que vamos a pagar sobre luminarias recibidas, no dimos anticipo y tenemos fianzas de cumplimiento por el 10 por ciento del valor de la inversión (100 millones de pesos) y una garantía por el uno por ciento de los equipos que recibiremos, así que el proceso está blindado”, expuso el secretario de Administración.

Agregó que la empresa, originaria de Ciudad de México, cumplió “por arriba de lo esperado” en sus propuestas técnica y económica, además de que instituciones certificadoras verificaron la fiabilidad de Sola Basic, que es un fabricante de equipos de iluminación, no una comercializadora “que luego desaparezca y no haya a quién reclamar”.

Precisó que para la evaluación del desempeño de una empresa no es viable fundamentarse en notas periodísticas, ya que las reglas de la licitación pública fueron muy claras, además de que se solicitaron contratos cumplidos, sobre los cuales declinó especificar los entregados por Sola Basic, al mencionar que en su página de la Internet se mencionan.

“Hay algo que no se equivoca, que es el tiempo, estamos a ocho días de iniciar el trabajo, el que vamos a hacer con 220 millones de pesos y no con los mil 680 millones de pesos que se previeron en el proyecto anterior; en vez de hacer declaraciones y rasgarnos las vestiduras, dejemos al tiempo mostrar si se hicieron las cosas bien”, mencionó Gabriel Prado.