PJF: resultado de un proceso histórico y no de ánimos electorales
MORELIA, Mich., 26 de agosto de 2016.- Es probable que Hilda y José David se amaran, pero lo que ahora se muestran es desprecio, rehuyendo sus miradas, ignorándose, hablando siempre a través de otros, de sus respectivos abogados.
Hilda y José David forman la pareja que el 11 de agosto de 2015 se hospedó en el hotel Turotel y al día siguiente terminó su relación sentimental de manera dramática, con la muerte de la hija de ella, luego de que él la arrojó de manera violenta, en repetidas ocasiones, a la alberca en la que la sumergió también varias veces.
A lo largo de las 11 sesiones que se ha llevado el juicio oral, el cual inició el seis de agosto y concluye el próximo dos de septiembre con la lectura y explicación de la sentencia dictada la tarde de este viernes, la pareja evitó cruzar la mirada, pero José David veía de reojo a su ex mujer, en el monitor de la sala de audiencias.
Él optó por el silencio y en todas las audiencias había permanecido con la cabeza agachada, los brazos cruzados y moviendo los pies, pero hoy se enderezó para escuchar la sentencia que, a pesar de ser la mínima para el delito de homicidio doloso calificado, no le gustó y movía la cabeza de un lado a otro, en un gesto de desaprobación.
Su cuerpo se crispó y cuando se levantó lo hizo arrebatadamente y sus pasos tenían más fuerza de la necesaria, mientras era conducido fuera de la sala de audiencias para ser trasladado al Centro de Readaptación Social David Franco Rodríguez, en el conurbado municipio de Charo, en donde permanecerá internado 19 años más porque ya lleva uno recluido ahí.
Para la justicia, Hilda quedó como víctima indirecta por el homicidio de su hija y hasta una compensación económica de 345 mil 496 pesos se llevó, pese a que siendo enfermera no se percató de que algo le sucedía a la niña sino hasta que ya estaba muerta.
Tampoco se dio cuenta de las lesiones que tenía el cuerpo de la niña, motivo por el que el personal del hospital Victoria Medical Center dio aviso al Ministerio Público del deceso, como quedó en evidencia durante el juicio.
En un último intento por lograr la reclasificación del delito a homicidio imprudencial, la defensa de José David señaló que quedó comprobado que Hilda estuvo presente en el lugar donde la menor fue maltratada y para que no recibiera la compensación económica invocó al padre biológico, quien ni siquiera la reconoció como tal porque en su acta de nacimiento únicamente aparece la madre.
“La fiscalía, por anomalías en la investigación, la perdona, porque hay responsabilidad de los padres en el cuidado de los hijos y nunca se opuso a los actos y si estuvo presente hubo negligencia
inexcusable”, indicó el abogado Ricardo Sánchez Uribe.
Lo único que logró fue un exhorto del presidente del tribunal, Juan Salvador Alonso Mejía, para centrarse en la sentencia.
La sesión de este viernes inició a las 16:02 horas y luego del recuento de los hechos por parte de la fiscalía, los tres jueces del tribunal se retiraron a deliberar sobre la pena que impondrían a José
David, para lo cual se declaró un receso de dos horas.
El acuerdo unánime al que llegaron les llevó sólo hora y media, pero no se pudo adelantar la audiencia porque tanto el personal de la fiscalía como la víctima indirecta y su asesor jurídico de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas llegaron a la sala hasta la hora que había sido establecida, las 18:45.