Cerrará el 3 mayo periodo para presentar proyectos ciudadanos en Morelia
MORELIA, Mich., 16 de septiembre de 2017.- Tres minutos antes de las 11 de la noche, Silvano Aureoles Conejo, gobernador de Michoacán, dio el Grito desde el balcón central del Palacio de Gobierno en Morelia, “¡viva!”, “¡viva!” se escuchaba a la multitud coreando lo que el mandatario estatal gritaba.
“Algo pasó por ahí porque andan policías corriendo” le decía un joven a su novia en tono de preocupación desde la parte posterior de la plaza Melchor Ocampo. “No manches Ramiro…no manches”, decía ella con un toque de angustia en la voz por el miedo, “no pasó nada”, dijo el novio en tono burlón.
Se escuchaba el Himno Nacional en el sonido local mientras el Gobernador, su equipo de trabajo y los que estaban en el balcón guardaban solemnidad, algo que abajo no sucedía; unos chiflaban, otros se reían y otros más gritaban, “ya no respetan a la patria”, dijo una señora.
Más gritó la gente cuando se anunció por el sonido local la presentación en próximos minutos de Los Tigres del Norte, y enseguida los juegos pirotécnicos rodearon la Catedral Metropolitana.
Como un espectáculo aparte, cientos, quizá miles de teléfonos celulares tomaban imágenes de la Catedral iluminada por la pirotecnia, otros más, silbaban más fuerte en franca desesperación por ver ya a Los Tigres del Norte.
“¿¡Cómo están Moreliaaaaaa?!, Se escuchó en el sonido local, ¡A veeeeer, los gritos de las chicas, los chiflidos de los chicos!”, gritó la voz y la gente pensó que se trataba de alguien del legendario grupo mexicano.
“Dispara de una veeeeez, otra veeeez, ¡otra vez nos salió todo desafinado!, Dijo la voz que trataba de animar a la gente que ya estaba desesperada, las personas cayeron en cuenta que era un animador, porque en algún momento dijo: “ya están aquí atrás del escenario Los Tigres del Norteeeee!”, y nadie sabía por lo que empezaron a gritar ¡ya cállate güey!.
Por varios minutos el enorme escenario, dispuesto frente al Palacio de Gobierno, esperaba la presencia del grupo norteño, que en ese momento se encontraba dentro del mismo Palacio.