Convocan a reunión ante declaratoria de cerro Grande como área protegida
MORELIA, Mich., 22 de noviembre de 2016.- Además de las precarias condiciones en las que viven por días, semanas e incluso meses en la espera de salir con su pequeño sano y regresar a casa, familiares de pacientes internados en el Hospital Infantil de Morelia deben sobrellevar las bajas temperaturas que han azotado durante las últimas dos semanas a la capital michoacana.
Los primeros rayos del sol llegan al Bosque Cuauhtémoc, dejando ver la ligera neblina en la zona, y personas como Carmina López, originaria de Agangueo, se despiertan a las 7:00 horas para revisar a sus hijos, en su caso a la pequeña Guadalupe, de nueve años, quien está internada en el nosocomio hace poco más de tres semanas por un problema cardiaco.
“Sí es muy duro estar aquí, cuando llegué no hacía tanto frío, pero ahora hasta en la noche vemos cómo se cobija la gente y más los que tienen niños chiquitos, para que no se vayan a enfermar”.
Chamarras, rebozos, gorros, bufandas y gabanes son algunas de las prendas de vestir que los campistas utilizan durante las primeras horas del día para poder mitigar un poco los estragos del frío.
“En la mañana sí cala fuerte el frío que hasta uno se entumece si no se abriga bien, de unos diez días para acá se ha dejado sentir horrible, y lo peor es que es en horas donde la gente lleva a sus hijos o va a verlos antes de las 10 de la mañana”, compartió Efraín Espinosa.
En la cocina del campamento puede apreciarse que las cocineras preparan café, atole, maicena o té, cualquier cosa que sea buena para quitar un poco el frío es buena por las mañanas.
“En la mañana y en la noche es cuando más frío hace, yo que tengo a mi hijo internado y me preocupa que mis dos chiquillos de tres y seis años salgan a jugar, porque aunque estén bien tapaditos, se llega a sentir fuerte y no quiero que se me enfermen”, explicó Ana García, procedente de Lombardía.
El albergue instalado en la parte trasera del Hospital Infantil es una esperanza para los familiares que se mantienen en el campamento, para poder hacer más llevadera esta larga y angustiante espera.
“Afortunadamente ya a mi hija me la dan de alta el jueves, pero sí es muy feo y triste lo que se vive aquí porque uno pasa frío, hambre, falta de sueño e incluso de aseo personal, y muchos tienen la esperanza de que el nuevo lugar ya esté pronto y puedan pasarla un poquito mejor”, comentó Genaro Valdez.
“Dicen que ya casi va a estar el albergue de aquí al lado, ojalá y sea cierto porque uno no está aquí por gusto, sino por necesidad y es muy feo y angustiante tener que dejar tus cosas en la calle o andar cargando con lo poco que traemos de aquí para allá, y ahora el frío que afortunadamente hay gente que nos ha regalado cobijas o suéteres”.
Albergue lleva un avance del 90%
A pesar de haber iniciado el plan de obra desde el 30 de abril de este año, la edificación del albergue que pretende alojar a de entre 80 y 100 personas fue detenida por un supuesto riesgo sanitario que denunciaban trabajadores del nosocomio; este lleva un avance del 90 por ciento y podría ser inaugurado antes del cierre de año.
A través de un boletín de prensa, la SSM dio a conocer que el proyecto tiene un costo de 9 millones de pesos y consta de 520 metros cuadrados de construcción.
Serán 12 dormitorios para mujeres, 12 para hombres, sanitarios y bañeras, área administrativa, de servicios generales y área de asistencia social y esparcimiento.
Asimismo, se destacó que el albergue cuenta con un cubículo de control y uno de pernocta; también se proyecta el espacio de servicios generales, el cual está compuesto de un área de comensales interior y exterior, cocina, alacena, patios de servicio, secado y cisterna.
Mientras se ejecutan los últimos detalles de este proyecto, los familiares de pacientes tendrán que pasar una noche más arropados bajo el soplo del viento y la neblina.