Ante falta de leyes, michoacana se fue a CDMX a abortar; aquí la historia
MORELIA, Mich., 21 de julio de 2023.- En nuestro país está prohibida la eutanasia. Sin embargo existe otra figura parecida pero no igual, y es la Ley de Voluntad Anticipada para una muerte digna. En Quadratín salimos a preguntarle a las personas qué es lo que piensan de este tema.
Para la señora María, lo de la Ley de Voluntad Anticipada es bueno porque la persona deja de sufrir y también el familiar, “yo creo que es bueno que uno tenga el derecho, de dejar una carta y decir: ‘no quiero que me pongan oxígeno, ya no quiero… Uno es el que tiene qué decidir, es como cuando se hace un testamento, también se puede hacer una carta”.
Para Octaviano, quien acompaña a María, es todavía más complicado, “yo creo que para quitarle la vida a una persona… no se puede, porque yo no le di la vida a la persona ni el doctor le dio la vida a la persona, el que le dio la vida a esa persona fue Dios, y Dios es el que le tiene que quitar la vida”, asevera, por lo que no está de acuerdo en nada de esto.
“¡Ahh jijo!, está medio complicado, oiga!”, señala el señor Audón, quien se dice tradicionalista en ideas, “sería muy fácil para mí opinar por los zapatos de otro, pero quién sabe si me pase a mí. Yo siento que por lo que a mí toca, así como estoy, desde donde estoy, pues hasta que Dios diga”, señala el hombre quien dice no estar de acuerdo en que a un familiar se le quite el tubo que le da respiración o algún tipo de ayuda médica, y con ello cortarle la existencia. Aunque después revira y señala que si la persona enferma lo pidiera, sí lo apoyaría.
El señor Enrique dice que eso está muy bien. Cuenta que a su esposa le detectaron una enfermedad terminal y por desgracia en aquel momento no había tecnología que pudiera ayudarle. Falleció por un mal en el hígado, “ella ya no quería vivir, en sus últimos días decía que ya quería que Dios la recogiera”, asevera el hombre quien dice que la persona o un familiar deben decidir eso, no un médico.
Esto depende de cada persona señala Esteban, esto porque “a veces la familia ya no quiere batallar, pero yo creo que yo no aceptaría eso”, reconoce. Esto porque desde su perspectiva se tiene el derecho de vivir hasta donde se pueda, porque puede haber muchas cosas que se pueden hacer por una persona, “en mi casa yo tuve un familiar muy grave que estuvo batallando muchos años, y no, hay que hacer lo posible para que esté bien y ya cuando esa persona muere, pues hasta ahí llega”, expone.
El joven Luis indica que es un tema interesante e incluso asegura conocer casos. Pon el ejemplo de una persona con muerte cerebral que ya los médicos han diagnosticado como no curable y si él de antemano firmó alguna carta o lo hizo saber a su familia, está bien, pero igual con una persona está en contra de estas actitudes, y dice: ‘yo quiero vivir hasta mi último momento’, se puede respetar, al final de cuentas es decisión propia”.
“Todas las personas tienen derecho a la vida, y todas las personas tienen el derecho de decidir si quieren que se le dé fin a la misma o deciden seguir, porque también existe esa posibilidad de que puedan recuperarse en algún momento”, indica Ángel, quien acompaña a Luis que también dice que es un tema que tiene que ver con la ética y con la moral, incluso de los propios médicos, quienes tienen qué sincerarse con la familia para explicarles que no va a haber una solución.