MORELIA, Mich., 19 de septiembre de 2020.- En el marco del Día Internacional de la Paz, el Ayuntamiento de Morelia, a través de la Secretaría de Cultura municipal, realizó un evento donde entregó 15 galardones a quienes han sido a su ver promotores de la paz, incluso fuera de las fronteras del municipio.

Algunos de los galardonados fueron el poeta Uriel Ramírez, fundador de la Feria del Libro para la Paz y la Esperanza y fundador del movimiento Revolución Cultural en Apatzingán; Mariana Sosa Olmeda, rectora de la Universidad Latina de América (UNLA); Mireya Aguilar, representante de una Feria Intercultural del Libro de Tacámbaro; Sergio Omar García, representante del Festival Internacional de Cuentacuentos de la Costa, de Lázaro Cárdenas.

También fueron galardonados La Orquesta y Coro de la Transformación, por lo que pasó Verónica Bernal, directora del Festival de Música de Morelia (FMM) Miguel Bernal Jiménez, de quien depende la orquesta; Silvia Hernández, sanadora tradicional y guía espiritual de Queréndaro; Andrea Fink, gestora cultural, titiritera y directora del Festival Internacional de Títeres; y Mateo Castillo, uno de los pilares de la educación ambiental para el desarrollo sostenible en México, entre otros.

Sobre esta entrega, la rectora de la UNLA, señaló que fomentar la paz a través de todo lo que se hace, sin duda alguna es una encomienda y una responsabilidad que tienen los ciudadanos con ellos mismos.

Indicó que desde hace años ella se levanta pensando en qué puede hacer por la ciudad, por el estado y cómo se puede abonar para vivir mejor, lo cual en este periodo de pandemia es muy significativo; “porque sabemos todos que esta situación que atravesamos ha modificado las dinámicas familiares y ha incurrido en un alza de la violencia intrafamiliar”.

En ese sentido, Sosa Olmeda señaló que se debe de trabajar para llevarnos mejor entre nosotros mismos, construir comunidad en santa paz y siempre buscar el respeto y los valores, “pero jamás pensar que la violencia es la solución”.

La académica dijo que desde el área educativa donde ella se encuentra, se debe seguir trabajando todos los días en la construcción de la paz, por lo que resulta un aliciente que las autoridades se den cuenta el esfuerzo y el trabajo de uno con estos sentidos reconocimientos “que en realidad son inmerecidos pero no dejan de ser un apapacho al espíritu que te alienta y que te hace saber que vas por buen camino y que la sociedad te requiere”.