MORELIA, Mich., 25 de julio de 2016.- A poco más de un mes de instalado el plantón de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en la plaza Melchor Ocampo, en Morelia, los docentes participantes han debido enfrentar las acciones correspondientes a su plan de lucha contra la Reforma Educativa, la bancarización y la migración a la nómina electrónica; sin embargo, de forma paralela, también han debido dar solución a otras problemáticas inherentes a la estadía indefinida de un grupo de personas en la vía pública.
Comer, asearse, realizar las necesidades fisiológicas, atender a la familia son parte de las actividades cotidianas, las que pueden registrar inconvenientes para su realización cuando se observan dificultades como carecer de instalaciones sanitarias, espacios para la conservación, preparación e ingesta de alimentos y se encuentran las personas en sitios no aptos para estos fines, como ha sido el caso de los docentes adscritos a la CNTE en Michoacán.
“Es parte de la lucha y tenemos que soportar”, explicó Laura Susana Calderón, trabajadora administrativa del sistema educativo estatal, quien detalló que la organización y el establecimiento de guardias han sido claves para la preservación del plantón y la reducción del impacto en la vida cotidiana de los manifestantes.
De acuerdo con Laura Susana Calderón, la cobertura de guardias ha permitido que los docentes y administrativos instalados en la plaza Melchor Ocampo acudan a sus domicilios para comer y asearse, en tanto que para realizar las necesidades fisiológicas acuden a los baños públicos que se encuentran en negocios alrededor del Centro Histórico.
Respecto a los trabajadores que proceden del interior del estado, los maestros que laboran en la capital michoacana han abierto espacios y transferido recursos para facilitar la estadía de los profesores foráneos.
Estos esfuerzos se han traducido en la erogación de recursos que sólo recientemente han logrado percibir los dicentes, por lo que las semanas previas requirieron que los participantes en el plantón tuviesen que “rasguñar aquí y allá, pedir prestado, para sacar estos compromisos”.
Asimismo, el clima no ha sido del todo benevolente con el magisterio, ya que ha horas cálidas que se intensifican bajo las lonas y los materiales plásticos de las tiendas de acampar se han vivido bajas temperaturas, vientos y precipitaciones pluviales intensas, las que han resistido, ya que “ésa es la consigna”.
No obstante, señaló que el mejor apoyo y facilidad lo han recibido de la propia sociedad, la que de manera “espontánea” expresa su solidaridad con el movimiento magisterial en forma de donaciones de alimentos, bebidas y materiales para fortalecer el campamento en el que se resguardan los manifestantes.
“La sociedad se ha solidarizado con nosotros, la gente ha entendido cuál es nuestra lucha, que no somos una bola de flojos ni de holgazanes que no quieren estudiar ni presentar un examen”, expuso Laura Susana Calderón.