Padecen 15 michoacanos MPS, una de las enfermedades raras del país
MORELIA, Mich., 9 de marzo de 2023.- Alrededor de cinco mil personas en Michoacán requieren de tratamientos sustitutivos de la función renal para sobrevivir y cerca de 300 mil enfrentan una enfermedad crónica renal que se encuentra en grado tres a cinco, considerados como críticos, señaló Luis Alfonso Mariscal Ramírez, jefe de servicio de Nefrología del hospital Doctor Miguel Silva.
En el Día Mundial del Riñón, que este año se conmemora el 9 de marzo, Mariscal Ramírez indicó que no existen estudios específicos sobre la incidencia y prevalencia de la enfermedad crónica renal en Michoacán y México; sin embargo, se cuenta con algunos indicadores, como el número de pacientes de terapia de sustitución de la función renal o diálisis, marcadores internacionales y la casuística de las diferentes instituciones, con lo que se ha logrado generar una aproximación a la situación que vive Michoacán en materia de salud renal.
Así, en el estado el 0.1 por ciento de la población adulta o cerca de cinco mil personas tienen enfermedad crónica renal en grado cinco, por lo que requieren de terapia sustitutiva de la función renal, mientras que entre el 5.6 y el por ciento, o aproximadamente 300 mil personas, padecen este mal en grados tres a cinco, donde ya presentan molestias porque se han ocasionado daño y disminución de las actividades de los riñones.
Luis Alfonso Mariscal lamentó que por lo menos la mitad de los pacientes no sabe de su condición, ya que la enfermedad crónica renal no causa molestias ni síntomas específicos hasta que se encuentra en etapas avanzadas.
Solo un pequeño porcentaje de casos muestra hinchazón debajo de los ojos por las mañanas, hinchazón en las piernas, orina espumosa y sangre en la orina.
En el mundo, uno de cada nueve adultos tiene enfermedad renal crónica y la mitad de ellos no cuenta con un diagnóstico, lo que le pone en riesgo de disminuir sus expectativas y su calidad de vida.
El diagnóstico de la enfermedad renal crónica se da a través de la medición de los niveles de creatinina en sangre, donde se puede inclusive determinar el porcentaje de pérdida, si la hay, de la función renal y, con esto, el grado de avance del padecimiento. Asimismo, se utiliza el examen general de orina para definir la presencia de proteínas en la orina, en cuyo caso indicaría algún fallo de la función renal.
Tener enfermedad renal crónica es costoso, tanto en lo material como en expectativa de vida. Mariscal Ramírez refirió que estudios de años anteriores sobre el costo del tratamiento de pacientes de esta naturaleza indican que ascienden a una media de 260 mil pesos per cápita por año, en los casos de grado cinco, mientras que en los casos de grado tres y cuatro varía conforme con las enfermedades crónico degenerativas que propiciaron el deterioro de los riñones.
Una parte importante de los pacientes que están en grados tres a cuatro ya no evolucionan al grado cinco, donde se requiere de terapia sustitutiva de la función renal, debido a que fallecen por falla cardiovascular.
Entre los factores de riesgo para la población están los antecedentes familiares de enfermedad crónica renal, la diabetes, la hipertensión arterial, las infecciones repetitivas de los riñones y las enfermedades sistémicas que atacan a estos órganos.
Para reducir la posibilidad de enfrentar este mal, las personas deben evitar el consumo de tabaco, vigilar la presión arterial, mantener un peso saludable, vigilar los niveles de glucosa en sangre, no automedicarse, realizar ejercicio físico regularmente y mantenerse hidratado.