MORELIA, Mich., 16 de septiembre de 2019.- La celebración del Grito de Independencia el 15 de septiembre, usualmente se acompaña por una cena de antojitos mexicanos, hay quienes la disfrutan mientras ven por el televisor el momento en el que presidente la República da el tradicional grito, otros regresa a sus casas tras verlo en vivo en el Centro Histórico.

La señora Rosa María, quien visita el centro de la ciudad acompañada de su hermana que vive en Ciudad de México, la noche del Grito festejó con pambazos, tostadas y algunos otros antojitos más, acompañada de su familia. Todavía este lunes alcanzaron el recalentado en el almuerzo. Por ahora se encuentran descansando en el Centro Histórico y más tarde cenarán fuera de casa.

“Es un día tranquilo, nomás estamos paseando”, dice Néstor ante el micrófono de Quadratín. Explica que hoy todavía almorzaron pozole y tostadas, parte del recalentado de la noche del Grito. Cuenta que para celebrar a México, este domingo fueron a un balneario, más tarde cenaron y ahora lunes visitan el Centro Histórico.

“Estamos en familia, disfrutando del recalentado y la convivencia”, explica María Dolores, quien dice que aunque no son muchos en su casa pero se juntan “los pocos que somos”. Cenaron tinga, tostadas de pata y pozole, y este lunes más tarde, van a terminar con el recalentado.

Don Jesús se encuentra descansando en una de las plazas del Centro Histórico junto a su esposa. Explica a Quadratín que comió “pollito, frijolitos… una comida mexicana muy sabrosa”. Dice que festeja a México con mucho gusto, ya que ahora ha cambiado la situación; “está muy bonito, se siente más la fiesta, en tiempos atrás hubo muchos problemas, ahora está más mejor”.

Doña Andrea, esposa de Jesús, cuenta que cenó enchiladas y tostadas, y este lunes alcanzó el recalentado que remataron con un café “bien calientito”. Un día como hoy se sienten bien, están relajados, ya dejaron la casa un rato para visitar el Centro Histórico a descansar y a relajarse. Para la noche ya no cenarán comida mexicana; “ya enfadó, ya hay que cambiarla por otra cosa… unos frijolitos de perdida”, dice riendo