Siguen ignorando aguacateros registro de trabajadores ante el IMSS
MORELIA, Mich., 8 de agosto de 2022.- La pandemia de Covid 19 parece solo un mal sueño en instituciones como el Infonavit donde, en aparente cortesía, inventaron un juego de sillas en la que ninguna puede quedar vacía.
Las sillas no están dispuestas guardando la sana distancia de un metro y medio entre una y otra, y no hay desinfectante para darles una rociada antes de su uso obligado, bajo la vigilancia de los miembros de una corporación privada que tiene a cargo la seguridad de la institución.
Son 25 asientos en filas, cinco por cinco, en los que el usuario debe ocupar cada uno de ellos, entre cinco y 15 minutos cada uno, ya que el tiempo promedio para ser atendido por alguno de los asesores es de tres horas.
Para poder entrar al juego de las sillas los usuarios deben pasar dos filtros, el policiaco donde uno se identifica y el personal toma los datos del medio de identificación que se use, el otro donde un asesor pregunta el tipo de trámite a realizar y entrega un gafete.
Ya en el interior del edificio se hace fila sentándose en las sillas, de las que se tiene ir cambiando conforme llaman turnos, pero es hasta cuando se llega a la segunda fila en que se llama al usuario a una ventanilla donde se emite el turno.
Ahí, la empleada se encuentra aislada por micas y aplica correctamente el protocolo de la sana distancia y de no tocar el medio de identificación y otros documentos del usuario ya que solo pide mostrarlos y, de ser necesario, pegarlos a la mica para que pueda corroborar la información.
De regreso al sillerío porque el usuario no puede estar fuera de los nueve metros cuadrados dispuestos para la espera de quienes no pudieron realizar el trámite en la página o vía telefónica, sino solo presencial, para seguir de silla en silla hasta recorrer las 25.
Así queda garantizado que si una persona es portadora del coronavirus contagie al menos a 25 o a las que se atiendan en una jornada de 9 a 14 horas, al estar en contacto directo con las sillas donde estuvo sentada.
Lo único obligado para el usuario es el cubrebocas y bien puesto, ya que los policías privados están atentos a que así sea y de no hacerlo se lleva una llamada de atención, una reprimenda o hasta la negación del servicio con la pérdida de oportunidad de estar en el juego de las sillas.