MORELIA, Mich., 6 de agosto de 2022.- Luis Ángel es un adolescente a quien le diagnosticaron síndrome de Asperger cuando tenía cinco años y, desde entonces, su derecho a la educación ha sido vulnerado tanto en instituciones públicas como privadas y ha tenido que padecer discriminación y bullying.

Ahora va a entrar al segundo grado en la Escuela Secundaria Técnica número 30, de Uruapan, pero solo si el director José Querea Toral “le hace el favor” a su padre, Emmanuel Ledesma Raya, quien lleva más de un año insistiendo en generar las condiciones mínimas para que el joven pueda continuar sus estudios.

Cuando Luis Ángel ingresó, le tocó el turno vespertino, por lo que su padre acudió ante el director para solicitar el cambio al turno matutino ya que, por su condición médica, sufre de ansiedad en la oscuridad y no podría asistir a las últimas clases.

Al principio no hubo problema porque las clases eran virtuales, pero a partir de noviembre que se reiniciaron las clases presenciales, el padre de Luis Ángel le insistió en el cambio de turno, pero le dijo que no estaba en su poder hacer el cambio y no había preferencias hacia nadie.

Le pidió entonces una reunión con los profesores para explicarles la situación, pero le contestó que él lo haría y no fue así ya que, cuatro meses después, la profesora de biología, le preguntó la razón por la que iba por su hijo a la hora de su clase, a las seis de la tarde, ya que ella no estaba enterada de la condición médica del joven.

A tres meses de que terminara el ciclo escolar a Luis Ángel le dio parálisis facial debido al estrés que sufría por la irregular situación escolar y ya no asistió, razón por la que era natural que repitiera el año, pero como se aceptan repetidores el director lo que le sugirió fue que lo retirara de la escuela.

El director del plantel le prometió que después del periodo de inscripciones lo atendería, lo que Emmanuel entendió como una falsa esperanza, ya que para entonces tendría el argumento de que no se le inscribió dentro de los tiempos establecidos y decidió publicar en sus redes sociales el caso.

Al hacer pública la situación, lo buscó personal de la Visitaduría de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y de la Clínica de Litigio Estratégico de Derechos Humanos de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y les tomó la palabra a las dos instituciones.

La visitaduría de la CEDH inició una queja y ya hay un acuerdo firmado, para que Luis Ángel pueda acudir al turno matutino del segundo grado y su padre pueda asistir como sombra o tratar de que se le asigne un profesor sombra, para que pueda recuperar los conocimientos del primer año de forma paralela a los del segundo.

La Clínica de Litigio Estratégico que dirige Gumesindo García Morelos está por iniciar un juicio de amparo para garantizar el acceso a la educación de Luis Ángel, en cualquier lugar que se encuentre y Luis Ángel y su padre no tengan que andar pidiendo favores en el sistema educativo estatal, debido a su condición médica.