MORELIA, Mich., 15 de marzo de 2018.- Con primaria inconclusa, sin hogar y hasta sin parientes, así dibujaron los abogados de la Procuraduría de Michoacán a Jordyn Axel, alias El Jordyn, mientras el chico escuchaba con atención, afirmando o rechazando con la cabeza lo que de él se decía.
La figura erguida del muchacho que aparecía en fotografías de la red social Facebook portando armas largas hoy se desdibujó en los tribunales. Frente al juez se mostraba nervioso, cabizbajo. Algunas veces tosiendo, limpiándose el rostro y con una voz que se le fue acabando conforme avanzaba la audiencia.
Durante su entrevista con el Ministerio Público y la examinación del psicólogo reveló que desde hace un año no tiene un hogar. Su casa eran los hoteles de Uruapan, Gabriel Zamora, Apatzingán y Parácuaro, sitios en los que pernoctaba por sus actividades, declaración que confirmó ante el juez, al indicar que no tenía un domicilio fijo, que vivía en hoteles de los municipios antes referidos.
Aunado a la falta de un hogar, el perito en psicología de la Procuraduría dejó asentado en su informe que Jordyn Axel tenía un desorden de la personalidad y que tenía tendencias a actitudes violentas.
El Ministerio Público este jueves mostró al juez a un hombre distinto a la figura que, esta noche, permanecía inquieto en el escritorio de los imputados. El Jordyn, el objetivo prioritario para el estado, cursó hasta quinto año de primaria y luego abandonó la escuela, y de su madre, padre, abuelos o parientes no fue posible tener noticia, ni en su entrevista ni en la investigación hecha por los ministeriales en la región de Apatzingán.
En cambio, los agentes de la representación social lograron reunir información que lo ubica como jefe de plaza en Pinzándaro, municipio de Buenavista. Lo señalaron como presunto responsable en la quema de vehículos el pasado 1 de marzo y le ha ganado una investigación por sabotaje.
Además, es sospechoso de haber asesinado a dos jóvenes en 2014, cuando apenas tenía 14 años, así como de asesinar a Tadeo Mendoza, alías El Árabe, también presunto objetivo delincuencial.
Ante la situación jurídica, por demás compleja que le aquejaba, el imputado comenzó con malestares en medio de la lectura de la medida cautelar. El motivo: falta de alimentos. Comentó el acusado que desde el miércoles no había probado alimentos, por lo que la juez Ana Lilia García Cardona ordenó se le diera comida.
Al cabo de unos minutos, el acusado recobró postura, pero el color pálido, amarillo de su rostro contrastaba con los brazos y cuello morenos, quemados por los rayos del sol.
La conclusión de la juez hizo languidecer al sospechoso: vinculación a proceso y prisión preventiva por ser un riesgo para la comunidad y ante la posibilidad que evada la acción de la justicia.
Las fotografías mostradas al juez portando armas que particulares no tienen permiso de tener, las publicaciones de un grupo en redes sociales en las que se advierte que si no lo dejan libre, van a continuar las quemas, la amenazas a los policías de “si no me sueltan, esto va a valer madres” y no tener un domicilio fueron concluyentes para que, a partir de esta noche, deje de ser un hombre libre.