PÁTZCUARO, Mich., 16 de noviembre de 2020.- Israel Fuentes Cuiriz, cocinero tradicional de la región de Pátzcuaro, y conocido como el Corundero de Michoacán, tiene en su manera de cocinar, una tradición, un sazón heredado, pero además tiene muchas ganas de salir adelante, expresa desde su espacio en Pátzcuaro, Once Patios.

Confiesa que ya ha platicado mucho de cómo ha vivido esta experiencia, pero otra más está bien. Sentado en una de las mesas del restaurante, cuenta que su situación no ha sido fácil desde que empezó la elaboración, preparación y vendimia de corundas, lo cual se dio cuando tenía nueve años; “de ahí no fue nada fácil todo mi recorrido, todo mi caminar, y hasta la fecha es así, porque en esta vida nada te regalan”.

“Todo es trabajar, echarle ganas y posicionarse dentro del gremio de las cocinas tradicionales, lo cual tampoco fue sencillo”, reconoce. 

Al principio, cuando entró a este gremio, era el único hombre; “me decían: ‘¿tú qué? si esto es para mujeres’. Era complicado”, le echaban tierrita, pero el chiste era aguantarle, y esto porque siempre estaba su esposa a su lado.

Eran dos situaciones las que enfrentaba. Por un lado, el hecho de ser hombre en un ambiente donde predomina la mujer, y por el otro lado, porque muchas de ellas tenían una tradición muy amplia, una gran experiencia dentro de la cocina. Sin embargo, se ha buscado un lugar de respeto. A la fecha, le ha ido bien.

Posteriormente, se posicionó en un nivel donde podía apoyar de manera diferente, y desde 2015 se necesitaba ver que alguien representara a las cocineras tradicionales de la región Pátzcuaro, que al parecer es la única región que tiene un representante, y en este caso lo escogieron a él.

“Hay dos asociaciones de cocineras tradicionales, pero en vez de unir al gremio, lo han desunido”, expone. 

La idea era que se unieran, que se hiciera un equipo muy grande, que se hiciera prácticamente un equipo para fortalecer a la gastronomía michoacana, y no debilitar. “Realmente se ha debilitado muchísimo con las dos asociaciones, porque jalan a las cocineras para allá y las jalan para acá, y ellas, aunque saben que son cocineras, no tienen una identidad, porque participan con Sectur, con una asociación o con la otra, y se quedan como: ‘¿ahora a dónde voy?'”.

Explica que, en esta representación de cocineras, la idea era buscar a alguien que pudiera hablar con medios de comunicación, o que tratara de buscar eventos cercanos para ayudarlas a acomodarse en cada evento. 

Israel tenía que ir a las reuniones y estar al pendiente para empezar a invitarlas al grupo, al equipo de la región Pátzcuaro, y darles una rotación, esto sin meterse en la cuestión de las asociaciones.