MORELIA, Mich., 23 de octubre de 2017.- De día es un vendedor de medicina herbolaria, de tarde y noche asesino de animales, así fue descrito un habitante del Centro Histórico de la capital michoacana por un grupo de animalistas.
En entrevista para Quadratín, uno de los protectores de los derechos de los animales dijo que una persona identificada como Jorge, durante las mañanas tiene un puesto de medicina alternativa en las calles del Centro, el cual mueve frecuentemente, “pero siempre alrededor de un hospital”.
Pasa desapercibido ya que no aparenta tener mayores intenciones que vender sus productos para sacar el sustento diario, sin embargo, las cosas cambian cuando ingresa a su domicilio, ya que es ahí donde ocurren atentados contra los derechos de los animales.
Según describe el denunciante, por las tardes se ve más movimiento en la casona céntrica, llegan camionetas con lo que aparentan ser solo cajas para transportar huevo, pero la realidad es que están repletas de animales tanto vivos como muertos.
“Sobre todo son serpientes, un tipo de zorrillo y peces, los cuales tengo entendido son especies protegidas, Profepa ya ha estado detrás de él, pero sabe cómo escabullirse y parecer solo un vendedor”, acotó el animalista, identificado como Luis.
Pero no paran ahí sus actividades, durante las noches se logran escuchar golpes y el caer de fluidos, ya que Jorge utiliza la azotea de su casa como estación de sacrificio, uno por uno los animales que aún con vida llegaron a su hogar, sin sacrificados, desollados y puestos en un tendedero, para que con los primeros rayos de sol del día siguiente comience el proceso de secado.
“Es una escena Dantesca la que se aprecia en el lugar, lo hemos encarado en varias ocasiones, en cada una de ellas hemos pisado la sangre que llena el piso y las vísceras regadas por todos lados, los malos olores llegan a cuadras del lugar, pero los vecinos no hacen la denuncia ya que él ha dicho que pertenece a una gran red, y pues no lo dudo, que esté en el mercado negro”.
En un video hecho llegar a la Redacción de Quadratín, se muestra paso a paso el recorrido por la azotea donde se hacen dichos sacrificios, sin normas de higiene, se aprecian cajas apiladas, serpientes colgadas de un tendedero y peses secos, amontonados uno sobre otro.
Son decenas de animales los que aparecen en el video, los que dicen los animalistas son vendidos después de ser procesados, no por el señor, sino que llegan a recogeros, “él pasa desapercibido ya que sale a la calle solo con un trozo de serpiente y algunos sobrecitos de polvo que los incautos compran con la esperanza de ser curados de sus malestares.
De este modo, los denunciantes piden intervención de las autoridades y a aplicación de la ley de protección animal ya que “el sufrimiento de las especies que llegan su casa no es justo, no es digno y alguien debe pararlo.