Conoce la poesía social Vientos de resurrección de Jesús Sansón Flores
MORELIA, Mich., 15 de diciembre de 2023.-Por fuera del estadio Morelos el caos; vehículos por todos lados, policía bloqueando el paso, largas filas, y quienes se llevaron la noche fueron los franeleros, que cobraban hasta 150 pesos por un espacio en la vía pública, pero la gente quería ver al Sol de México, lloviera, tronara o relampagueara.
Y fue literal: un poco antes de las 21 horas se empezó a caer el cielo, y llovió por un espacio de al menos 40 minutos, tiempo en el cual la gente gritaba, chiflaba, prendía la lámpara de su celular, y mostraba su desesperación ya que muchos de ellos estaban mojando.
En algunos momentos la gente decía: “¡cancelen ¡cancelen!”, “vámonos todos”, sin embargo faltando 15 a las 10 se apagó la luz general de repente, quedando solamente del escenario iluminado, todo como preámbulo para presentar al cantante.
A través de las enormes pantallas que flanqueaban el escenario, se mostraron imágenes de un Luis Miguel más joven, casi niño, sus inicios, sus presentaciones, sus momentos, mientras que el artista fue surgiendo desde el fondo del escenario, vestido con un traje negro y una camisa blanca, para interpretar atinadamente por el clima Será que no me amas:
“…noche…playa… lluvia..amas…”.En un concierto esperado por muchos, donde hubo mucho público joven, Luis Miguel interpretó también algún bolero, género que exploró muchas veces, así, su segunda canción en Morelia fue Amor -nació de Dios para los dos, nació del alma- bailó en el escenario sus típicos pasos, lo que le valió el aplauso y el criterio de la gente.
Así durante el tiempo del concierto interpretó temas como Suave, inolvidable, Miénteme, Te necesito, Hasta que me olvides y muchos temas más que a lo largo de su carrera de 42 años ha ido colocando en las listas de popularidad y en el gusto de la gente.
Con un completo dominio del escenario el cantante mexicano entretuvo a miles de personas que se dieron cita en el estadio Morelos, que sin importar la lluvia corearon sus canciones y atendieron a la clásica petición de Luis Miguel: “¿cómo dice?”.
El uso de las pantallas gigantes permitió que las personas más alejadas del escenario pudieran disfrutar del concierto, y además observar desde las distintas tomas del cantante, incluidas las imágenes de un dron que todo el tiempo vuela en sus conciertos.