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PÁTZCUARO, Mich., 16 de octubre de 2016.- La escalada de violencia que ha padecido nuestro estado durante los últimos años y, en particular, los hechos violentos que se suscitaron en días pasados en la ciudad de Uruapan, “son síntomas de una enfermedad que subyace en nuestra sociedad y frente a la cual hemos sido omisos: la desigualdad indignante que estrangula los anhelos de los michoacanos”, sostuvo la diputada local del PT, Brenda Fraga.
Tales hechos violentos, consideró, “pueden servir, como toda coyuntura, para reflexionar o para despotricar sin ton ni son en contra de nuestro particular innombrable. La facilidad de la segunda opción nos tienta, pero no dejemos que nos gane para su causa: reflexionemos, ejercitemos el sentido común y, partiendo de ahí, busquemos soluciones que beneficien a todos”, aseveró la legisladora petista.
Remarcó que es indudable que durante años hemos asistido a una escalada de violencia en nuestro estado, pero no debemos cometer el error de tomar cada hecho como algo único y especial, pues de esa manera no llegaríamos al meollo del asunto.
“Yo considero que todos y cada uno de los hechos de violencia que hemos observado son síntomas de una enfermedad que subyace en nuestra sociedad y frente a la cual hemos sido omisos: la desigualdad indignante que estrangula los anhelos de los michoacanos”, expuso en un comunicado en redes sociales.
De la manera más absurda que quepa imaginar, afirmó, nuestros gobernantes (ya sean federales, estatales o municipales) se han encargado de atacar los síntomas, es decir, han gastado recursos y energía en paliar lo evidente, dejando que el problema real siga creciendo.
En ese sentido, convocó a la población “a pensar con detenimiento en este asunto, dejando de lado nuestras particulares ideologías, para que de esa manera lleguemos a un acuerdo que no deje abiertas otras heridas”.
Urge, destacó, reconstruir el tejido social; “urge alcanzar, para cada miembro de nuestra sociedad, niveles aceptables de bienestar; sobre todo, urge crear las condiciones para que las decisiones de los funcionarios públicos sean legítimas y plenas de consenso”.
Uruapan y Michoacán merecen transitar en paz, pero sólo lo vamos a conseguir cuando nos decidamos a solidarizarnos. En todo momento, el egoísmo es un lastre, pero en épocas de crisis es algo peor, es criminal, finalizó.